34 | amigos.

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— Está bien —masculló la muchacha, intentando convencerse a sí misma mientras aceptaba la propuesta del mayor.

La necesidad de una respuesta positiva en el tono de voz del muchacho frente a ella la había hecho sentir culpable, y como si realmente necesitara ser positiva al respecto para que él no se sintiera mal.

Chaemyeong, aún, no consideraba que hubiese algo específicamente mal con ella. Ella era consciente de que la manera en que inconscientemente comenzaba a sentirse afectada en exceso por los cuestionamientos exagerados, o las agrupaciones amplias de personas que no estaba segura de que fueran honestas con ella, era probablemente un anuncio de que si no se prestaba atención a sí misma podría terminar perjudicada.

Pero, cada vez que intentaba averiguar qué era específicamente lo que generaba aquella reacción, ella no lo descubría.

El estrés era algo a lo que había comenzado a acostumbrarse. La presión general de que tanta gente esperara algo de ella, los deseos inmejorables que tenían los ejecutivos y todo lo mucho que se obligaba a trabajar en su música no había sido un problema. Quizá, realmente, lo único que estaba afectando su tranquilidad era el saber que estaba siendo juzgada con menos piedad de la que merecía desde hacía un tiempo.

Cuando Nahyon había puesto toda aquella atención sobre ellas dos, Chaemyeong realmente no se sentía capaz de mantenerse firme en sus palabras apesar de que eran la única verdad. La manera en que la presión social por tanta gente deseando algo u obligándole a hablar sobre algo simplemente había hecho que se sintiera débil y susceptible.

O aquel instante, en que sus sentimientos, pensamientos y deseos fueron pisoteados con facilidad por su jefe, para obligarla a fingir estar en una relación que no existía y que, junto a su supuesta pareja, creían que no iba a existir jamás. Todo aquello, todo lo que ella quería hacer, no significaba nada para aquellas personas que creían que sus sentimientos y vida persona podía ser manipulada ante el público para un bien común, o profesional.

Ni siquiera estaba segura de qué era aquello positivo que se suponía iba a recibir de fingir y mantener la mentira de que estaba saliendo con alguien que no sentía nada por ella y por quien ella tampoco sentía nada romántico en lo absoluto. Su amistad de pronto se sentía tan incomoda que ni siquiera se sentía capaz de encontrarse de nuevo con él porque creía que podría ser malinterpretado por cualquiera, y ella realmente no quería más escándalos.

Deseaba con todas sus fuerzas el día en que el artículo que decía que su relación había acabado, apesar de que jamás comenzó, fuese publicado.

"Chaemyeong y Taeyong terminaron", aquella frase era todo lo que quería que la gente dijera. "Se acabó". Que la gente dejara de asociarlo a él, que todas sus canciones dejaran de ser dedicadas por el público general a él, que lo que él hacía o decía dejara de asociarse a ella, porque no tenía nada que ver una cosa con el otro.

Era tan complejo continuar mintiendo.

En ese instante, pensó en que quizá las mentiras eran lo que estaban haciéndola sentir tanta presión. Y mientras Namjoon explicaba por qué iba a irse entonces, y Jungkook justificaba el por qué se quedaría, ella daba a todas sus preguntas interiores la excusa de que mentir era lo que atormentaba su cerebro y que la razón por la que se había sentido tan invadida por cuestionamientos sobre sus sentimientos era porque estaba viviendo una mentira ante el público.

En parte, tenía razón. En parte, simplemente estaba engañándose porque sabía que necesitaría demasiado si quería respuestas. La peor parte, en su opinión, era el saber que tendría que rebuscarlas en algún momento.

No en ese momento, aquello era seguro.

— Me parece que al oso no le queda bien la falda —susurró, repentinamente, más para sí misma que para su acompañante, mientras se hacía a sí misma caer en la realidad y dejar de cuestionar aún más lo que le sucedía.

❜ Big Hit's Soloist ── BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora