91 | engañándose.

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— Necesito hablar al respecto contigo, Chaemyeong. Soy consciente de lo que sabes, necesito aclarar las cosas.

— Jungkook, detente, por favor

Chaemyeong pareció reunir fuerzas de donde no habían.

— Se acabó. Se acabó lo que nunca existió o lo que yo creé por mí misma para nosotros. Por favor, no lo hagas más difícil. ¿Crees que solo eres tú todo el tiempo? ¿Por qué? —los ojos de la menor se cristalizaron—. No sigas haciéndome ésto. ¿Por qué tienes que aclararme algo, para comenzar? Eres novio de Eunbi. Te enamoraste de ella como te enamoraste de mí hace seis meses y la olvidarás como me olvidaste mientras estaba trabajando. Déjame olvidarlo y olvídalo también. Por favor, deja de lastimarme. ¿Crees que darme cuenta de todo por otro persona no hizo el suficiente daño ya?

Yoongi finalmente lo entendió. Jungkook suspiró, mientras relamió sus labios y se tambaleó en su lugar. Una vez más, Yoongi lo entendió. Jeon estaba ebrio.

— Déjame en paz.

La voz de Chaemyeong sonó como una súplica antes que una petición. La muchacha se interrumpió a sí misma antes de decir algo más, y comenzó a caminar en dirección al edificio donde vivía. Jungkook se dirigió rápidamente hasta ella, tomándola por el antebrazo para evitar que se fuera y mirándola a los ojos fijamente en el instante en que ella había volteado.

Yoongi dudó en su lugar, no estaba seguro de si debería o no interrumpir. Apesar de que Jungkook había estado comportándose algo agresivo y bastante desubicado, realmente dudaba que él fuera capaz de hacerle daño a Chaemyeong.

La más baja relamió sus labios, mientras una lágrima caía por su mejilla, sin permiso, quemando su piel a su paso y provocando aquel sentimiento de culpabilidad crecer en el pecho del contrario.

Jungkook abrazó con fuerza a Chaemyeong.

La menor se quedó quieta en su lugar. Su rostro parecía confundido y las lágrimas habían comenzado a caer seguidas de otras, en cuestión de segundos, mientras sus ojos narraban el miedo que sentía ante el remolino de emociones que había sentido una vez más.

Yoongi sabía que debería intervenir, pero también sabía que eso sí que provocaría a Jungkook. Mientras observaba la escena, se sentía atado de manos.

Un suspiro escapó de sus labios.

— Lo lamento —susurró Jungkook, mientras apoyaba su cabeza en el hombro de la menor. Fue entonces cuando ella se dió cuenta de que apestaba a alcohol—. Lo siento. De verdad, yo... Por favor, perdóname.

La muchacha parecía asustada por su actitud. Su rostro no decía mucho pero sus ojos gritaban confusión.

— Te lo ruego...

Yoongi jamás había escuchado a Jungkook tan desesperado.

— ¿Qué sucede? —susurró la menor—, ¿qué es lo que necesitas decirme?

No podía perdonarlo. No se sentía lista para hacerlo. Algún día lo haría, pero... Ese no era el día. Hacía una semana se sentía cohibida y preocupada a la hora de dormir, pensando en por qué había pasado lo que había pasado, y si quizá ella podría haber sido mejor. Hacía un tiempo que tenía la idea de la nada diciéndole que no había sido lo suficientemente interesante para que él siguiera interesado.

Algún día lo perdonaría por hacerla sufrir. Pero ese no sería el día.

— Necesito explicártelo, Chaemyeong —se apresuró a decir, apartándose lo suficiente para ver a su acompañante a los ojos, suplicante.

❜ Big Hit's Soloist ── BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora