CICATRICES

Capítulo 6

Madison:

Gire la llave para quitar el seguro de la puerta y entrar a la casa, las luces estaban apagadas y era casi imposible ver por donde caminaba, cerré la puerta detrás de mí y camine escaleras arriba en dirección a mi habitación con mucho cuidado de no tropezarme, tire los zapatos a penas entre en ella y encendí la luz, deje la cartera pequeña sobre la cama y camine hasta el baño, necesito agua, necesito relajarme y dejar de pensar, cerré los ojos con fuerza al sentir el agua fría cayendo sobre mi cuerpo.

-Estoy tan jodida.

-Sí, estas muy jodida Madison -me respondí a mí misma.

-¿Por qué mierda tenía que ser su empresa? -bufe restregando con jabón mis piernas con más fuerza de la necesaria -Emir Brown, mierda, tuve que haber investigado de quien era la estúpida empresa -volvi abrir la regadera para quitar la espuma -Le tuve que haber echo caso a Mía, si hubiese investigado sobre él, lo más seguro es que sabría que tenía una empresa, joder, no parece la clase de hombre que tenga empresa... que se yo, tampoco parece un vago o algo corriente, todo lo contrario -cerre la llave -Pero aún y así ¿Por qué tenía que ser su empresa? Mierda... -suspire irritada -Deja de pensar Madison -me dije secando mi cuerpo y saliendo de la ducha.

¿Por qué? ¿Por qué de tantos hombres, tantas empresas tenía que ser justo en esa que tengo que trabajar? preguntas, y preguntás.

¿Por qué él?

¿Cómo es el dueño de todo eso?

¿Cómo mi papa se hizo socio de él?

Bufe cayendo en la cama cuando termine de ponerme la pijama, tengo que dejar de pensar en eso, respire hondo, ¿que edad tiene? porque un muchacho no es, pero tampoco es un viejo, aaaaaah, deja de pensar en él, sí, eso es lo que tengo que hacer, tome el móvil que estaba en la mesita de noche y vi que tenía varios mensajes de Mia.

Yo: Acabo de salir de la ducha.

Mia: ¿Cómo te fue? ¿Qué tal es tu jefe?

Ni te lo imaginas.

Yo: Un completo idiota, definitivamente no tengo suerte con los trabajos, quiero ir me ya ¿Puedo renunciar antes de empezar?

Mia: Es tu primer día Madison..., ¡espera! ¿porque no hablamos por llamada?

Sonreí y marque a su numero.

-Hola.

-Bueno, cómo te decía -puse los ojos en blanco -Recien estás comenzando, y solo has ido unas cuentas horas, tampoco seas una exagerada.

-Lo se, lo sé, pero es que...

-Ademas... -me interrumpe -Sabes que si pasa algo no dudes en decirme, ¿vale? -asenti como si pudiera verme.

-Lo se.

-Sé que te quieres ir, pero todavía tenemos que esperar.

-Lo se -suspire con cansancio, esperar, esperar, eso es lo que más he echo en todo estos años.

-¿Y que tal todo?

-¿Todo como que?

-No lo sé, los chicos, vamos Madison, ¿están lindos?

Sonreí, sé que tengo que decirle de Emir, sé que tengo que decirle como mi corazón latió tan fuerte al verlo ir se en ese ascensor y recordar todo lo de esa noche, como estuve toda la tarde aturdida aún y sin creerme todo esto. Cerre los ojos recordando ese momento, sus ojos se conectaron con los míos y pude notar como sus manos se relajaron, mierda, ¿Por qué coño tenía que ser el jodido dueño de esa empresa?