-Vamos a la casa.
Asentí repetidas veces.-Claro, alli tendremos mas privacidad -dije robándole un beso, mire a Mia quien sonreía y volví mi vista a él quien me sostuvo cuando intente caer de nuevo por el mareo -Creo que bebí mucho.
-¿Te parece? -entrecerró los ojos mirándome.
-Si, eso creo -le afirme, puso los ojos en blanco estabilizándome.
-Vámonos.
-¿A dónde? -pregunte sin moverme, me miro frustrado.
-A la casa, te bajare esa borrachera y hablaremos.
-Y hablaremos -repetí imitando su vos, me reí y mi amiga tambien lo hizo, pero se callo cuando Emir la miro -¿Te he dicho lo amargado que eres? -pregunte poniendo los ojos en blanco, suspiro -¿Sabes a quien me recuerdas?
-Caminas o te cargo -amenazo acercándose completamente a mi, sonrei.
-No te atrever…
Ahogue un grito cuando agarro mis piernas levantándome hasta dejarme sobre su hombro como si fuese una pluma.
-Bájame -grite golpeando su espalda -Joder, Em… -pegue un respingo cuando senti el azote de su mano en mi culo, mi cara ardió de la vergüenza, mire a Mia quien aparto rápidamente la cara como si no hubiese visto nada, suspire y deje de luchar, por dos razones, la primera y la mas obvia, él no me iba abajar, la segunda, no queria caminar.
-¿Quieres saber a quien me recuerdas? -volví a preguntar, pero no respondió -Te lo diré de todas formas… -espere, espere y nada -A Shrek… eres amargado, aburrido y verde -di otro respingo por su segundo azote, sonrei -Pero él no era un pervertido como tu.
-Tu eres burro sin duda -dijo.
Asentí.
-Burro me cae mejor que Shrek.
Alce un poco la cara para ver a mi amiga quien caminaba detrás de nosotros sin decir nada, fruncí el ceño apuntándola con el dedo.
-¿Dónde estabas? -las palabras salían estropeadas de mi boca pero aun se podian entender.
-Quise tomar un poco de aire…
-¿Cómo te encontraste a este idiota? -se detuvo tambaleándome un poco y sonrei.
-¿Me acabas de decir idiota? -pregunto y asentí aunque no veia.
-NO -dije riéndome -Todo fue producto de tu imaginación… ¿sabes las cosas que podemos llegar a imaginar? -pregunte esta vez para los dos, Emir siguió caminando logrando que las ganas de vomitar volvieran -Imagino que no… ven, imagino, ósea que imagine eso… significa que podemos imaginar muchas cosas… guaooo, es increíble la capacidad del cerebro ¿Cuánto creen que cabe en el cerebro? -mire a Mia quien se encogió de hombros, Emir no respondió -Yo creo que mucho, o podría decir imagino que mucho -me reí -¿Entienden? ¿Imagino?
Mire a mi amiga quien no me veia, mi novio tambien me ignoro, bufe callándome y cayendo de cara a su espalda.
-Aburridos -susurre.
-¿Sabes donde esta tu amigo? -le pregunto Emir a Mia, esta negó.
-Lo llamare -mire el celular en sus manos y la imagen de Scott con la de los chupitos vino a mi mente, abrí la boca para hablar, pero ella hablo primero.
-¿Dónde estas…? -pregunto de mala forma.
Entrecerré los ojos mirándola, pensando y analizando, ¿Por qué beber alcohol te pone ebria? ¿Por qué aun sigo como saco de papa sobre su hombro? Suspire, tengo tantas pregunta e imagino que no obtendré respuesta, sonrei, imagino, claro, imaginar es muy grande, eso si es increíble.
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CICATRICES
Roman pour AdolescentsMe perdí fácilmente en el azul de sus ojos, sin saber que hace años ya lo había echo tambien. Un pasado, un error, un secreto, una persona, un recuerdo... Dicen que las cicatrices son garras que se aferran al alma, pero que no son imposibles de borr...