-Mas fuerte -pedi, agarre la cama con fuerza al sentir sus embestidas una tras otras.
-Joder...Una de sus manos tomo mi cintura y la otra mi cabello jalandolo hacia atrás, cerré los ojos al sentir como salía y entraba en mi sin parar, me encantaba, lo escuché gemir y sonreí.
Caí de cara a la cama conteniendo los espasmos que invadian mi cuerpo por el orgasmo, Emir cayó al lado mío con la respiración echa un desastre, nos miramos.
-Me gustas.
-Eso ya lo se.
-Quiero decírtelo de nuevo.
Sonreí.
Miro su miembro y yo también, se quitó el preservativo y se levantó, yo me removí en la cama sin ganas de hacer nada, había terminado cansada después de tanta actividad matutina, sentí su mano en mi espalda y me estremecí, se inclino un poco.
-Nos bañamos juntos -susurro en mi odio, lo mire.
-No tengo fuerzas para levantarme de aquí.
-Por eso no hay ningún problema.
Grite cuando me agarró entre sus brazos para llevarme a la ducha, lo golpee suave en el pecho y él solo se reía divertido, frunci el ceño al ver qué la tina estaba llena, sonreí y lo bese.
-Usted no se cansa al parecer.
-De ti nunca.
Trague grueso las mariposas en mi pecho volviendo a besarlo y perderme en sus labios.
.--
Observe como el vestido marcaba mi pecho hasta mi cintura, resaltaba cada parte de mi figura, su hermoso alisado suelto hasta mis piernas se hacía presente con un perfecto corte a mi costado haciendo ver una de ellas, su color carmesí se veía espectacular, mi cabello estaba alto en una coleta, había alisado el que caía sobre mi frente y también me había puesto un poco de maquillaje, el día se había ido volando, Emir insistió en que no fuéramos a trabajar e invito algunos amigos de él a cenar en la casa, y yo por supuesto invite a Mia y Scott...
No sé si alguno de los dos no venga, pero ambos son mis amigos y no podía no invitar a alguno, y ellos entienden eso, por suerte, así que solo necesito esperar unos treinta minutos y sabré quien viene y quien no, suspire.
-¿Estas lista? –pregunto Emir con una sonrisa en sus labios mirando el reflejo de la chica frente a él, muchas veces me pregunto que pasara por su cabeza, que pasara cuando me mira así, tan intenso, tan transparente, sonreí.
-Si...
-Estas hermosa nena -me sonroje.
-Tú tampoco estás mal -lo halage, tenía un traje que lo hacía ver guapísimo, dió un beso rápido en mis labios y me reí volviendo a ver el espejo.
Bajamos las escaleras y yo fui directo a la cocina, él se encargó de que la mesa estuviera puesta y yo tenía que sacar lo que había echo, por suerte había estado tomando un curso de gastronomía las últimas semanas y los mucho o poco que he aprendido me ha servido para esta noche, aparte de que me hacía falta con urgencia, además no quiero morir de hambre cuando me vaya a estudiar.
Estaba un poco nerviosa, ya conocía algunos de sus amigos, como Jack, Daniel, Marcos y otros tres más que no recuerdo sus nombres, pero aun así no habíamos tratado lo suficiente como para sentirme cómoda, pero esto era necesario, sabía que Emir era un hombre de negocio y yo tenía que vivir con eso, y la mejor manera era convivir en su entorno, saber cómo se maneja y aprender para ayudarlo en todo lo que pueda necesitar. Además, tenía entendido que dos de ellos vienen con sus esposas.
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CICATRICES
JugendliteraturMe perdí fácilmente en el azul de sus ojos, sin saber que hace años ya lo había echo tambien. Un pasado, un error, un secreto, una persona, un recuerdo... Dicen que las cicatrices son garras que se aferran al alma, pero que no son imposibles de borr...