-No pretendía interrumpir -continuo hablando mientras se adentraba mas en la oficina, agarre aire y lo solté saliendo de atrás de la espalda de Emir.
Él hombre no dudo en mirarme con los ojos entrecerrados un segundo, pero solo fue eso, un segundo, su rostro arrugado y atractivo se torno serio nuevamente, y no habia duda de que era el padre de Emir, sus facciones, su vos gruesa y ronca, sus ojos a pesar de ser de otro color tenían la misma forma que las de él.
-Deberías avisarme cuando quieras entrar en mi oficina -Emir lo siguió con los ojos hasta que su padre tomo asiento justo donde Derek habia estado.-Recuerda que esta fue mi oficina durante muchos años.
-Fue, lo acabas de decir, ahora es mía gracias a ti -eso ultimo fue cargado de rencor -¿Qué quieres papá? -pregunto ahora en un suspiro, su padre me miro casi taladrándome con sus ojos verdes claros nuevamente, vale, era momento de huir.
-Mejor me voy -susurre, Emir me miro y asintio pesadamente, podia notar que la idea no le desagradaba pero tampoco le gustaba, al fin y al cabo teniamos planes antes de que llegara su padre, planes que aun no sabia cuales eran. Sonrei y quise acariciarle el rostro fruncido que tenia pero me contuve, no sabia que él tenia esta clase de relación tan tensa con su papá, a decir verdad, Emir nunca me ha hablado de él a acepción de aquella madrugada donde me confeso gran parte de su infancia, pero de resto habían muchas cosas que aun no sabia. Mire al hombre quien me veia curioso -Buenas tardes Señor...
-¿Se va? -pregunto interrumpiendo mi despedida, asentí -No mentiré, vi la situación en la que estaban y quiero saber quien es usted...-Patrick...
-Calla Emir, quiero que ella hable.
-Ella se va -recalco él dándome media vuelta con su mano y empujándome suavemente hacia la salida.
-No entiendo porque la quieres esconder -lo ignoro -Emir...
-Ve a la casa -me susurro.
Asenti aun caminando hacia la puerta.
-¿Eres la hija de Williams? -mis pasos se detuvieron en seco al escuchar su pregunta, mire a Emir quien cerro y abrio los ojos molesto deteniendose igual o mas brusco que yo, frustrado e irritado, me miro. Trague saliva soltándome de su agarre y caminando de nuevo hasta su padre -¿Eres Madison? ¿cierto?
Dude en responder, aunque no tenia caso pensarlo lo hice, mentirle claramente no era una opción, mi cara últimamente estaba en todas partes. Pero tampoco queria confirmárselo, en gran parte era por la vergüenza que me daba saber que era hija de ese hombre. Tome aire.-Si Señor.
Asintio mirándome de arriba abajo, detallándome, se acomodo mejor en la silla y asintio.
-¿Usted y mi hijo...?
-Eso no te importa -interrumpió Emir, no respondería a esa pregunta, si alguien debia hacerlo era su hijo.
-Tienes razon, pero viendo la situación tan intima en la que estaban me da curiosidad saber como la hija de un asesino quien fue acusado y condenado por su hija se estaba besando con mi hijo... -baje la vista avergonzada y me odie por eso, nada de lo que ha pasado era mi culpa, yo no tome las desiciones que mi padre tomo, no debia ser condenada por él, era injusto. Tome valor y la subí nuevamente conectándola con la suya.
-Creo que ya soy lo suficiente mayor para saber lo que hago.
-Pues me demuestras todo lo contrario -senti las manos de Emir tensas en mi cintura, su padre bajo la vista hasta ella y sonrío sarcástico, cabe destacar que tenia la misma sonrisa que su hijo.
-Madison y yo estamos juntos -me estremeci al escucharlo decir eso, su padre borro toda gracia de su cara por mas hipocrita que fuera para mirarlo con el ceño fruncido y serio -Así que mide lo que dices Patrick, recuerda, estas en mi empresa, mi oficina y aquí ya no mandas... igual que en mi vida.
Queria correr y huir, la tención en el aire se podia cortar con una tijera, ambos se miraron fijamente, con la mandíbula tensa y miles de cosas que decirse en el aire, pero ninguno hizo nada. Por un momento habia creído que el padre de Emir estaba muerto, él jamás habia compartido nada de esto conmigo, y ahora entiendo la razon. Me aleje un poco rompiendo eso que tenían y suspire centrándome en su padre, ese hombre que haria temblar las piernas a cualquier persona por su ojos intensos, deifinitivamente es hereditario.
-No pretendo perjudicarlo -dije, calle a Emir levantando el dedo cuando quiso intervenir -Se como esta mi reputación en estos momentos, se de lo que se habla de papá, los reporteros no me han dejado que intente olvidarlo... pero tambien amo a su hijo Señor y no haria nada para dañarlo...
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CICATRICES
Novela JuvenilMe perdí fácilmente en el azul de sus ojos, sin saber que hace años ya lo había echo tambien. Un pasado, un error, un secreto, una persona, un recuerdo... Dicen que las cicatrices son garras que se aferran al alma, pero que no son imposibles de borr...