Capítulo 12

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Madison:

Abrí los ojos despacio, los párpados me pesaban tanto que me era casi imposible poder abrirlos bien, respire hondo y me senté con cuidado por el pulsante dolor que cabeza que tenía, me frote la cara con cansancio hasta poder ver, la luz de la luna entraba desde el balcón, volví a caer en la cama mareada, solté el aire sobándome la cien por unos minutos, me detuve volviendo en si, frunci el ceño al ver la habitación.

Está no es mi habitación, tampoco la de Mia.

¿Dónde estoy?

Me fijé detenidamente en todo a mi al rededor, era grande, había un pequeño sofá al lado del balcón, la cama era gigante y tenía un olor familiar... ¿que paso? me senté de nuevo un poco aturdida.

Tampoco es la habitación de Scott...

¿Que mierda fue lo que pasó?

Dios.

Todo está tan borroso y confuso, me frote la cara cansada, siento como si todo fuese un deja vu, como si ya lo hubiese vivido, tome aire con fuerza y lo solté mientras un nudo se formaba en mi pecho.

Parpadee varias veces por el dolor que había en mi cien, no recuerdo nada, ni como llegué aquí, ni con quién, joder, esto está mal, yo estoy mal, ¿como pude beber hasta el punto de estar así? sin tener conciencia de dónde estoy, ¿que pasaba por mi cabeza? volví a tomar aire con fuerza, es mejor que me vaya, alguien puede aparecer y si me encuentra, yo, yo, joder, yo no sabría que decirle, me golpee la cabeza con la mano y me queje ya que aún me dolía, ¿que horas son? busque el celular con los ojos pero no lo ví. Me sorprendí al percatarme de la vía intravenosa que tenía en mi mano y entonces todo se detuvo, el aire, el tiempo, todo, los recuerdos me asaltaron uno tras otro.

Oh por Dios.

-No puedo.

-Tú no, yo si...

Mi respiración se aceleró.

-Por favor no dejes que me corté.

-Por favor.

No, no, no puede ser, cerré los ojos sintiendo ese pequeño roce entre nuestros labios, ese abrazo de seguridad que me brindo, cómo todo explotó con tan solo eso, un roce, sus manos, su pecho, él, después todo se volvio negro, tal vez me desmayé, y como no, si tenía más alcohol que sangre en mi sistema y luego... bueno luego ya no tenía control sobre mi.

-Dios... no, no, ¿que he echo?

No debí dejarme llevar, debí decirle que me llevará a casa, estar lejos de él, de esa tensión y locura que produce en mi mente, en mi cuerpo. Mierda, ¿y ahora que haré? no puedo verle la cara, que vergüenza, que pensara de mi, que soy una cualquiera, que soy una borracha, que estoy loca por la escena que hice, que soy todo...

Suspire.

¿Porque Madison? ¿porque?

Respire hondo jalando con fuerza la vía para quitarmela, me queje por el dolor, tengo que ir me, no puedo estar un segundo más en este lugar, en su casa, en su habitación... mire las sábanas, en su habitación, mi corazón se aceleró, estoy en su habitación, en su cama, con sus sábanas, las tomé entre mis manos y las lleve a mi nariz llenandome de su olor, ese embriagante y maldito aroma que desprende, tengo que ir me. Me levanté de golpe mareandome por el movimiento, me senté rapido con una mano en el pecho por el recuerdo.

-Salgamos esta noche Madison.

-No creo que papá me deje.

-Yo hablaré por ti -insistio tomando mi mano.

CICATRICESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora