Capítulo 38

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Actualidad:

Abrí los ojos lentamente, mi cabeza dolía como si le hubiese pasado un auto por encima, me senté con cuidado frotándome los ojos y al mismo tiempo agarrándome la cien en un intento de que el dolor no fuera tan fuerte, parpadee observando dónde estaba y sabía exactamente dónde estaba.

Suspire y me levanté con cuidado de la cama, las sábanas blancas se deslizaron por mi cuerpo, las dejé caer en el suelo y camine hasta el balcón, la luz del sol me cegó por unos segundos pero me repuse agarrándome de las barandillas y tomando un bocado de aire, cerre los ojos con fuerza deseando que todo fuera parte de mi imaginacion pero la presion en mi pecho aumento cuando por fin, después de cinco años recordaba todo, suspire sentándome en el suelo, envolviendome con mis brazos.

-Fue él... Siempre había sido él.

Los recuerdos de aquella noche llegaron uno tras otro sin parar, era como si viviera de nuevo ese maldito momento, sus manos, su vos, todo, lo recordaba todo, lo estaba viviendo una vez mas porque no habia detalle que olvidara, tambien llegaron a mi mente los sucesos despues de eso y no sabia que habia sido peor, respire hondo y descanse, después de tanto tiempo el recordar me hizo descansar, aunque me estaba quemando también me estaba liberando, porque todas las noches que despertaba con esas pesadillas, todos los ataques de ansiedad, los ataques de ira, la depresión, todo ahora tenía un sentido, ya tenía la razón de porque, ya le puedo poner rostro al monstruo de mi interior, estaba completamente segura de que había sido él, sonrei entre lagrimas, ya no tenía dudas.

Llore envolviendome con más fuerza, ya puedo descansar, ya puedo, ya puedo, ya puedo...

Unos brazos fuertes me envolvieron por detrás y no tenía que alzar la mirada para reconocer que era Emir, su olor, su calor, los tenía tan bien grabados en mi que podía reconocerlo aunque estuviera ciega, di media vuelta sin mirarlo a la cara y lo abrace, él acaricio mi espalda y me preciono con más fuerza.

-Tranquila, tranquila...

Susurro y me rompí al escucharlo, necesitaba esto, lo necesitaba a él, llore con fuerza hasta que mis ojos ardieron por las lágrimas, hasta que mi garganta se canso y ya no tenía fuerzas para seguir, no sabía cuánto tiempo había pasado, pero el sol ya casi se ocultaba y las luces de la calle no tardarían en encerderse, Emir no se separó ni un segundo, se mantuvo hay, a mi lado mientras me abrazaba y no decía nada, tampoco lo queria lejos, me sentia segura entre sus grandes brazos pero tenía que volver a la realidad. Respire hondo y entonces me aleje yo levantándome del suelo, él se quedó quieto mirandome, veía miedo en sus ojos, miedo de que me fuera corriendo de nuevo y una parte de mi quería hacerlo, estaba tan enojada con él, de sus mentiras, de su manipulación, pero debía enfrentar las cosas, tenia que dejar de correr y comenzar a enfrentar.

-¿Por qué me lo ocultaste? -pregunte directa.

-Perdon Madison.

-No quiero un perdón Emir, quiero un porque, quiero una explicación que me haga entender el echo de que todo esté tiempo lo supiste y no me lo dijiste... ¿Era lastima? -esto último lo hizo levantar de golpe y acercarse pero me aleje, era débil con él.

-Jamas, nunca he sentido eso, así que no lo pienses ni por un segundo.

-Pues eso pienso, eso siento y eso me duele.

Volvió acercarse y lo deje, limpio una lágrima que se resbaló por mi mejilla y aparte su mano, no quería seguir llorando, me limpie los ojos y lo aparte por completo, él suspiro y se agarró la cabeza.

-Tenia miedo.

Frunci el ceño.

-Tenia miedo de que esto pasara, no quiero perderte.

CICATRICESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora