Me aleje de él sintiendo como su piel quemaba en mi cuerpo, quiero permitirme aceptarlo por completo y perdonarlo, pero no podía, aunque sabia como habían sido las cosas mi cabeza no podía dejar de pensar cosas, cosas que me hacían rechazarlo aunque no quisiera, carraspee por el momento incomodo, él se volvió a sentar en la cama y suspiro con cansancio.
-Creo que es mejor que te vayas -dije y la verdad no quería que lo hiciera, pero tampoco quería que me volviera a tocar, no ahora.
-Se que aún no me has perdonado...
-Emir...
-Estas en todo tu derecho de no hacerlo nena, te engañe, te menti y no fue lo correcto -suspire alejándome un poco más.
-No quiero seguir hablando de esto -dije cansada, necesitaba dormir y aclarar las ideas de mi cabeza -Por favor sal de la habitación, quiero estar sola -odie cómo lo dije, él se acercó un poco y me aleje más, se que lo lastimaba pero no podía, joder no podía -Emir por favor...
-¿Tienes hambre? -pregunto interrumpiendome.
Negué.
-Estas flaca, mucho mas de lo que has estado.
-Últimamente la comida no es mi buena amiga.
Su ceño se frunció y me miro mal.
-Vamos a comer algo.
-He dicho que no tengo hambre.
-Y yo que vamos a comer.
-Emir no quiero discutir.
-No estamos discutiendo, ¿quieres pollo o pescado?.
Arrugue los labios con desagrado, de solo pensar en comida todo mi cuerpo lo rechaza de inmediato, mis tripas se revuelven.
-No quiero, tengo sueño, sal por favor.
-¿Una hamburguesa?
-Emir…
-¿Una pizza?
Me cruce de brazos y bufe con desespero mirándolo.
-He dicho que no quiero y que salgas de la habitación.
-Vas a comer -aseguro, quise sonreir pero no lo hice, lo mire retandolo.
Se acerco levantando una ceja, seguí cruzada de brazos sin retroceder y sin perder de vistas sus ojos, me reto igual que yo por varios segundos mirándome fijamente hasta que de pronto todo dio vueltas y quedo patas arriba.
-¡Emiiiir! -chille cuando me agarro y alzo como un saco de papas, sin papas -Joder, bájame ahora mismo.
-¿Pizza o hamburguesa?
Mierda, lo golpee en la espalda, no tan fuerte aunque si quisiera darle con fuerza daria igual, mis golpes son como de gallina, no duelen nada, seguí con mi fingida golpiza y él ni se inmuto en detenerse mientras bajaba las escaleras conmigo, me detuve resignada y bufe con fuerza para que escuchara.
-¿Pizza o hamburguesa? -repitió.
Este hombre me sacara de quicio en cualquier momento, brinque cuando su mano se estampo en mi nalga, abrí la boca sorprendida por su arrebato y lo golpee con más fuerza.
-¿Me harás repetir otra vez? -puse los ojos en blanco aunque sabia que no me estaba viendo.
-Bájame, no seas infantil.
-Madison…
-Joder, Pizza…
Lo escuche sonreí y me bajo sosteniéndome de la cintura hasta que me estabilizara, lo mire mal y lo empuje.
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CICATRICES
Teen FictionMe perdí fácilmente en el azul de sus ojos, sin saber que hace años ya lo había echo tambien. Un pasado, un error, un secreto, una persona, un recuerdo... Dicen que las cicatrices son garras que se aferran al alma, pero que no son imposibles de borr...