Capítulo 7

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Sentadas en la cama, una frente a la otra y con un embacé gigante de helado de chocolate en medio de ambas le dije, le conté todo lo que había sucedido, la tensión, su cercanía, como me estremecia al ver sus ojos, sus estúpidas sonrisas, lo ridícula que fui al no contestarle, no puedo creer que no haya dicho nada ¿que mierda pasaba por mi cabeza?, su seriedad, el ver qué él y ese hombre de esa noche eran dos personas completamente diferentes, le conté todo, sin que quedara nada por dentro y fue la liberacion que necesitaba.

Caí de espaldas en la cama mirando el alto techo con un peso menos, todo es tan confuso, cerré los ojos y lo imagine, sus labios, su respiración haciendo sinfonía con la mía, sus manos, el calor que emanaba su cuerpo, cómo se alejo, la batalla en sus ojos, mierda, necesito dejar de pensar en él pero era imposible, crei que eso solo pasaba en novelas o en libros.

Solo deseo con toda mi alma que esa noche jamás hubiese existido, no haberlo conocido en esa habitación, no haberlo provocado o tan siquiera haber pensado algo más haya de que es un ser humano. Pero es imposible porque el muy idiota está como debe estar, y volvería loca a cualquier chica, y no lo digo porque me este volviendo loca, bueno si, pero no por las razones de algo más haya del profesionalismo, no, me estoy volviendo loca porque siempre que lo veo no puedo sacar de mi cabeza lo demás.

Suspiré.

-Estoy procesando todo lo que me acabas de decir -habla por fin mi rubia amiga, sonrió.

-Estoy jodida Mia.

-Noo.

-Siii -bufe, volviendo a sentarme -¿Por qué tenía que ser él?

-No tiene nada de malo que te parezca atractivo un hombre Madison.

-No es solo eso Mia, es el hecho de que es mi jefe, de que necesito mantener una distancia y comportamiento profesional con él, además él mismo me dijo que eso no volvería a pasar.

-¿Y entonces cuál es el problema? -pregunta.

La mire y suspire fuerte volviendo a caer de espaldas a la cama, el problema es que me siento incómoda, el problema es que no puedo no pensar en esa noche cuando lo veo, y ese es el problema, que no debería de pensar en eso, que no debería parecerme atractivo, todo es un estúpido problema desde que lo conocí.

-No entiendo porque te enrollas tanto Madison -la fulmine con la mirada -No me mires asi, es verdad lo que estoy diciendo, es estúpido, por Dios solo fue una noche, ni que hayas follado con él.

-Mia.

-Es real, no hicieron nada, solo se vieron, hubo conección -mis ojos fijos en los suyos -Tensión... -él ambiente pesado, mi pecho trancado y mi corazón latiendo desenfrenadamente -Deseo -su cercanía, su olor, su calor... -Y ya, no pasó nada más -respire hondo.

-Joder.

-Madison no te tortures, además él dijo que no volverá a pasar.

-Pero...

-Pero nada pecas, no te ahogues es un vaso de agua, ya, olvida todo, así será más fácil, y míralo cómo lo que es, tú jefe, en el peor de los casos lo último que puedes hacer pero que yo te aconsejo que hagas es...

La mire alzando una de mis cejas.

-Follartelo -sonríe.

-Tus consejos son los peores que puedan existir en la faz de la tierra -pongo los ojos en blanco.

-Solo ignóralo y listo si no quieres hacer lo otro, trata de no estar tanto tiempo a solas con él -no es nada fácil -Además imagina que es Aiden -culmina llevando una cucharada de helado a su boca.

CICATRICESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora