Capítulo 30

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SCOTT:

Abrí la puerta pero antes de salir me detuve al saber que él venía detrás de mi, respire hondo y gire para verlo, su ceño estaba fruncido y no había ningún gesto de agrado en sus facciones, no me importa si tiene empatía por mi o no, me da igual, pero Madison si me importa, y él está con ella, así que solo puedo ser amable.

-Buenas noches -dijo agarrando la puerta para cerrarla, la detuve.

-¿Cuánto sabes de Madison Emir? -pregunte.

El alzó una ceja en confuncion y sonrió con sarcasmo.

-Mucho.

-¿La quieres? -pregunte.

-Creo que eso no te importa.

-Al contrario, me importa y mucho -me acerque un poco -Si le haces daño te partire la cara.

-No la lastimare.

-Eso espero, ella es sencible aunque demuestre lo contrario, es linda, dulce y la mejor persona que conozco, si le haces daño...

-Dije que no lo haré -me aleje asintiendo, salí de la casa sin decir nada más y cerró la puerta de golpe.

¿Un hombre?

¿Quien es ese hombre Madison?

Subí al auto y comencé a conducir camino al consultorio, un hombre, un hombre, un hombre, joder ¿que hombre?

-¿Que tienes para contarme hoy? -le pregunte después de unos minutos en silencio, ella dejo de morderse las uñas y me miro sería, ya estaba acostumbrado a esa mirada, así que solo aparte mis ojos y me centre en el bolso que llevaba puesto ese día.

Miro el bolso también y sonrió.

-Me lo regalo mamá.

Esboce una sonrisa.

-Esta muy lindo, sale a juego con tu ropa... -asintio -Y tú cabello -agregue haciéndola reír, eso era uno de los mejores avances que habíamos tenido en los últimos cuatro meses, sabía que no le gustaba hablar directamente del tema, siempre quería evadir, evadir y seguir evadiendo hasta que acabará la hora y pudiera ir se, pero no dejaría que me metiera en ese juego, tenía que ganar su confianza y aunque llevará tiempo el avance que llevábamos era increíble.

-Anoche soñe algo.

-¿Que soñaste?

Respiro hondo volviendo a morder sus uñas, pero se detuvo y volvió a respirar fuerte.

-Habia un hombre, yo estaba en un bosque... -chasqueo la lengua -No lo sé, todo era muy borroso y eso es lo que no entiendo, ¿por qué si he vivido todo esto no recuerdo con exactitud? todo viene como si fueran sueños, o pesadillas, y no lo entiendo.

-Cuando experimentamos un trauma nuestro cerebro utiliza su mejor autodefensa, esconde todo, te hace olvidar todo, muchas veces es temporal, otras veces no lo tanto, pero aunque tenga esas defensas de bloqueo para no hacerte sufrir, siempre llegarán, siempre recordarás fragmentos, aunque sea a través de sueños.

-Odio esto.

-¿Que fue lo que soñaste?

Suspiro y me miro, sus ojos estaban apagados y había una gran bolsa negra debajo de ellos.

-Estaba encima de mi, me estaba lastimando, sus manos tocaban todo mi cuerpo sin piedad, me dolía, me dolía muchísimo... -contuvo el aire -No se que paso después, pero de un momento a otro estaba amarrada en un silla dentro de un cuarto, solo había una luz, muy opaca, las paredes estaban llenas de mo, había un colchón viejo en la esquina del cuarto frente a mi, y hay estaba él -mire sus manos, las estaba presionando con fuerza, sabía que se estaba haciendo daño, pero tenía que dejarla hablar, aunque odiaba ver cómo se lastimaba -Se estaba... joder -se levanto -Se estaba masturbando mientras me veía desnuda, mientras sonreía y no dejaba de decir que ahora sí aprendería a no estar sola en el bosque...

CICATRICESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora