-¿Desde cuándo no duermes? -la mire y le saque el dedo del medio.
-No te importa.
-¿Solo fue una pregunta?
-Que estúpida pregunta.
-Eres insoportable.
-Entonces deja de irritarme -proteste.
Mía se levantó de la cama y salió de la habitación cerrando con un portaso, suspire y caí de espaldas a la cama, no debería de estar así con ella cuando solo está aquí para animarme, pero no puedo evitarlo y odio eso de mi, mire a Scott quien me sonrío y camino hasta mi para sentarse a mi lado.
-¿Cómo te sientes?
-Fatal.
-Vamos, tampoco es para tanto -lo mire poniendo los ojos en blanco.
-Estube esperando esa respuesta hace semanas Scott y ahora que llegó solo deseo que jamás hubiese llegado -solloce.
-Tranquila, tranquila -susurro acariciando mi cabeza.
-Es que no es justo.
-Nada es justo en la vida Madison.
Mire la carta que estaba en el escritorio de la habitación, de verdad creí que me iban aceptar, que todo sería fácil cuando sucediera, que me iba a ir con Mia, que cuando llegara conseguiría un trabajo que me encantaría mientras estudiaba lo que amo, por un segundo pensé que todo sería así de fácil, que cuando llegara la carta de aceptación de la universidad tendría claro cuál sería por fin el verdadero camino que tomaría, suspire y cerré los ojos ahogando un sollozo.
-No hago nada bien.
-No digas eso pecas.
-Es verdad, soy un fracaso.
No me aceptaron, al parecer no soy tan buena como creí, no soy inteligente, no soy estudiosa y el echo de que haya repetido dos años no me hace apta para sus instalaciones, y toda esa mierda que me dijieron en un intento por disfrazarlas con palabras bonitas.
-Aun faltan dos cartas más.
Me senté y respire hondo ahogando las ganas de llorar.
-Pero yo quería ir a esa.
-Tal vez esa no era la indicada -lo mire.
-Pero yo la quería.
-Yo quería nacer millonaria, pero mirame, matandome para ganarme la vida.
Sonreí.
-Pero lo lograrás.
-Lo quería cuando tenía veinte.
Me reí con más ganas.
-Ya pasaste por ahí hace mucho.
-¿Me estás diciendo viejo?
-Si.
Entrecerró los ojos.
-Te lo pasaré solo porque no te aceptaron en la universidad de tus sueños.
Sonreí.
-Touche.
-Ahora ve y habla con Mia, no merecía que la trataras así.
-Lo se -suspire.
-Anda, ve -asenti levantándome de la cama.
Baje las escaleras y camine hasta la sala, sabía dónde estaba, siempre que teníamos una discusión se sentaba en sofá de la sala a meditar si matarme era buena idea, llegué hasta ella, tenía la cabeza caída hacia atrás en el sofá, tenía los ojos cerrados y su ceño estaba fruncido, me acerque lentamente y me senté a su lado, no se movió, sabía que era yo, no dije nada, tenía que esperar a que se le pasará el enojo, la observe detenidamente, su pecho subía y bajaba con pesadez, estará pensando en matarme definitivamente, en irse y nunca más hablarme, duro unos minutos en la misma posición hasta que se sentó bien y me miro entrecerrando los ojos.
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CICATRICES
Teen FictionMe perdí fácilmente en el azul de sus ojos, sin saber que hace años ya lo había echo tambien. Un pasado, un error, un secreto, una persona, un recuerdo... Dicen que las cicatrices son garras que se aferran al alma, pero que no son imposibles de borr...