Camine hasta el ascensor, James se quedo en la puerta junto a las personas que trabajaban en el edificio intentando detener a lo reporteros que aun y en la distancia seguían gritando preguntas desesperados por obtener algo, definitivamente son peor que una plaga, apreté el botón del aparato y espere junto a Roman y Charlie.
Necesitaba llegar rapido a la cama, estaba exhausta y solo queria descansar y olvidar todo lo que ha pasado, subí al ascensor y fruncí el ceño al ver que los chicos no lo hicieron.
-¿Pasa algo?
-No Señorita, suba tranquila.
No pregunte nada más y asentí antes de que las puertas se cerraran. Mia se habia ido a casa con Nora, insistieron en que fuera con ellas pero la realidad era que estaba muy cansada, y la otra realidad era que deseaba ver a Emir, pero claro, no les dije eso. Arturo estuvo con nosotras todo el tiempo y se ofreció a llevar a mi amiga, estaba agradecida con él por haber estado en el juicio, aunque la prensa lo estuvo obstinando los ultimos dias por la razon de que su empresa y la de Williams habían mantenido negocios por años él estuvo presente en todo el juicio y fue un lindo gesto.
Salí del ascensor y busque dentro del bolso la tarjeta para abrir la puerta, me detuve frente a ella aun y sin encontrar la tonta tarjeta cuando me jalaron suave pero de golpe hacia dentro, grite pero rapido me calle al sentir unos labios conocidos en mi boca, sonrei dejando caer el bolso y agarrando su cabello entre mis manos. Saboree el delicioso sabor que emanaba su boca, jugué con su lengua cuando busco la mía y me aleje un poco al sentir que ya no podia respirar.
-Me asustaste -dije mirando su perfecto rostro, definitivamente no se puede ser mas atractivo.
-Contaba los minutos para que llegaras.
Sonrei.
-Ya estoy aquí.
Sus manos tomaron mi trasero y alzaron hasta rodear su cadera con mis piernas.
-Ya estas aquí.
Volvio atacar mi boca con la suya, suave y desesperada a la misma vez, acaricie su cabello y cuello hasta tomar su cara entre mis manos, jugué con su lengua y me llene del dulce amargor de él, sus manos presionaron mi trasero y solte un gemido que lo hizo detener, me mordi el labio para no reír cuando me miro con una ceja alzada.
-No es mi culpa -me defendí -Es tuya.
Esbozo esa sonrisa que amaba y arranco una de mis labios tambien, baje de su cuerpo recuperando la compostura que habia perdido y que siempre pierdo cuando estamos juntos.
-Creí que ibas a ir primero al hospital -tomo mi mano acercándome un poco, aunque ya estábamos lo suficientemente cerca.
-Lo iba hacer, pero Mia me dijo que los padres de Scott se quedaran con él hoy.
Frunció el ceño confundido.
-¿Qué pasa con eso?
Me mordi el labio pensando una manera dulce y corta de describir las cosas.
-Me aborrecen -dije, él alzo las cejas sorprendido, creo que esa no era la mejor palabra -Lo que pasa es que ellos creen que entre Scott y yo pues ahí algo más que una amista... -explique atenta a sus expresiones, Emir tambien era uno de los que creía eso, pero esperaba que ya no. Su mandíbula se tensiono un poco -Pero es mentira obviamente, nos queremos como hermanos de eso no hay duda, pero pues ellos piensan diferente y se preocupan de lo que se pueda decir y lo entiendo.
-¿Los entiendes? -pregunto como si le molestara, senti sus manos en mi cintura.
-Si, lo entiendo... yo tampoco quiero que salga perjudicado con todo esto y tú tampoco -acaricie su mejilla queriendo besarlo otra vez, pero me contuve.
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CICATRICES
Novela JuvenilMe perdí fácilmente en el azul de sus ojos, sin saber que hace años ya lo había echo tambien. Un pasado, un error, un secreto, una persona, un recuerdo... Dicen que las cicatrices son garras que se aferran al alma, pero que no son imposibles de borr...