Acaricie su espalda desnuda lentamente, me centre en su respiración tranquila y me estremecí de nuevo al sentirla en mi cuello, su brazo izquierdo estaba rodeando mi cintura para que no me escapara en ningún momento, sonrei. Segui con mis caricias, estaba profundamente dormido. Mire la habitación e hice una mueca al ver el desastre que habíamos echo.
No puedo decir que corrí y lo abrace, lo bese y le grite muchas veces que si por esas palabras, suspire. Solo recordar su pregunta hace que me entren escalofríos. Pero volviendo al tema, no hice eso, si corrí, pero al baño para esconderme, no me esperaba una propuesta como esa y eso me tomo con la guardia baja, fui muy infantil por la forma en que hui, pero no vi otra salida.
Claro que no me podia quedar toda la noche, día y vida en el baño, tenia que salir en cualquier momento y lo hice, después de lavarme, tranquilizarme, repetirme que no entrara en pánico y estar en condiciones. Y cuando salí él estaba alli, sentado en la cama mirando fijamente la puerta por donde yo estaba saliendo, si hubiese podido arrancar mi corazón y dárselo, lo hubiese echo y así no estar ahogándome con el por su latidos demoniacos.
Mire su espalda que subía y bajaba aun tranquila, seguí con mis caricias lenta y suave, solté el aire mirando la puerta del baño.
-Se que no debí -dije rapido acercándome a él pero no lo suficiente, una sonrisa se extendió por sus labios y fruncí el ceño confundida.
-Siempre creí que los hombres eran los salían corriendo -sonrei y me acerque más.
-Al parecer no todo el tiempo es así.
-Eso parece... -extendió sus brazos para que fuera hasta él al ver que mi intención era todo lo contrario, suspire y camine hasta sus brazos que envolvieron mi cintura, aun estaba completamente desnuda, él tenia sus bóxer puesto, alejo un poco su cara de mi vientre y lo mire expectante a sus movimientos, una sonrisa se extendió por su labios y planto un beso en mi plana panza, lo aleje de golpe.
-Te dije que no hicieras eso -lo escuche reír y gire asesinandolo con la mirada.
-Me gusta imaginarte con una...
-Pues no te lo imagines -lo interrumpí, se levanto y camino hasta mi, retrocedí hasta chocar con la pared y darle una excelente oportunidad de acorralarme.
-Pero me gusta -susurro.
Sonreí y los nervios inundaron mi cuerpo al verlo tan cerca.
-Alejate.
-No quiero.
-Emir...
Acerco su cara para besarme, pero me escape por debajo de su brazo y corrí fuera de la habitación, sabia cual eran sus intenciones, entre en el cuarto donde él dormía y busque rapido en su closet una camisa gigante, me la puse y me sobresalte al verlo en la puerta con una ceja levantada.
-¿Quién dijo que podías vestirte?
-Yo... -me mordi el labio divertida.
-Quitate eso.
-No.
-Te lo quitas tu o te lo quito yo -no fue una pregunta, me contuve para sonreir como tonta cuando dio un paso hacia mi, pase por su lado, pero no sin antes escabullirme de sus manos que intentaron agarrarme, baje las escalera en dirección a la cocina.
Vi los platos servidos y sonrei al recordar porque aun no habíamos comido, cinco segundos después unos brazos rodearon mi cintura hasta pegarme de espaldas a su pecho, contuve el aire e intente alejarme pero no pude y no quise.
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CICATRICES
Teen FictionMe perdí fácilmente en el azul de sus ojos, sin saber que hace años ya lo había echo tambien. Un pasado, un error, un secreto, una persona, un recuerdo... Dicen que las cicatrices son garras que se aferran al alma, pero que no son imposibles de borr...