Mi café favorito es el de tus ojos ☕ (Jace Norman y Tú)

Capítulo 2

Narra Harper

Los últimos rayos de sol estaban presentes en las ventanas de la cafetería, ya no había nadie, cerrábamos temprano porque no era exactamente un restaurante y mucho menos un bar.

Me senté rendida en una de las mesas junto a la ventana. Amy apareció frente a mi sentándose de la misma manera y ambas suspiramos.

-Nos merecemos esto- dijo Hannah poniendo una porción de cheasecake sobre la mesa.

Nos repartió tenedores a cada una y se sentó.

Las tres empezamos a comer. En serio era necesario un poco de dulce en mi organismo.

-Debería mentirte y decirte que hoy si tengo que ir a la universidad, no aguanto aquí todo el día- le dijo Amy a Hannah.

-Yo debería haberle dicho que no a Félix cuando me planteó esta idea- le contestó ella.

-Yo ya debería estar actuando en algún lado- dije mirando hacia afuera.

Casi siempre hacíamos esto, ya sé, no es nada positivo quejarse de lo que uno no tiene o querría hacer. Pero trabajar en una cafetería no es nada fácil, no todos son buenas personas.

-Lo harás pronto, confiamos en ti- me contestó Hannah y volví al cheasecake.

Nos quedamos comiendo en silencio hasta que Amy dijo algo, lo más ridículo que dijo hasta la fecha. No solo por decirlo confiada y sin broma, si no porque sacó el tema de la nada misma:

-Deberías invitar a vanilla machiatto a salir.

-No sé que libro estás leyendo, pero te está haciendo alusinar, déjalo ya- respondí algo sarcástica.

-Estoy con Amy- comentó Hannah- Viene aquí ya hace mucho y estás demasiado enamorada de él como para no hacerlo- continuó y mi otra amiga asintió.

-Uno: no, dos: no y tres: no estoy enamorada de él, no lo conozco- aclaré.

-Bueno, pero te parece increíblemente lindo y atractivo. Tus palabras- acotó Amy- Y en una cita puedes empezar a conocerlo.

-No voy a invitar a salir ni a él ni a nadie, punto final.

-Harper...- empezó Hannah- Yo creo que le gustas, viene siempre y se sienta donde tú atiendes, el día que faltaste porque estabas enferma hace dos semanas, yo lo atendí y se la paso todo el tiempo mirando hacia dentro. Quería saber si estabas aquí.

Suspiré, argumentos ilógicos.

-Eso no prueba nada- respondí- Además, si lo invitara a salir, cosa que no haré ¿Cómo lo hago? Solo es un cliente, no nos conocemos de otro lado, no sé ni siquiera su nombre. Es raro.

-Yo creo que es romántico- opinó mi amiga.

-¿Es romántico que una desconocida que te lleva café todos los días porque eres un cliente en una cafetería te invite a salir?- pregunté irónica.

Ambas rebolearon los ojos.

-Vas a ser novia de vanilla machiatto- dijo segura Hannah- Marca mis palabras.

Estas dos tontas me hicieron pensar, ¿y si el también está interesado en mi?

Narra Jace

-Otra vez con lo mismo, me tienes cansado, Norman- se quejó Jack mientras miraba tele. Realmente creí que no me había escuchado- No lo tomes a mal, pero parece que la estás acosando. No esperes a que ella lo piense también.

-¡No la estoy acosando!- me defendí- A la mayoría de las personas que veo en esa cafetería, van siempre. Se llama ser un cliente regular.

-Regularmente ridículo- opinó Noah también mirando a la tele y Jack se rió- Si te gusta tanto invítala a salir, ¿desde cuándo hay tanta charla?

-No sé ni siquiera su nombre, no puedo invitarla.

-Dile, "Hey, paso mucho tiempo aquí y ni siquiera nos conocemos bien, soy Jace, ¿tu?"- respondió Jack- Listo, problema solucionado, ¿volvemos a la película?

-¿Qué las meseras no tienen un cartelito con su nombre?- preguntó Noah.

-No ahí al menos- contesté.

Realmente no quería invitarla porque, en cierto modo, Jack tenía razón, es raro invitarla cuando no hace más que hablarme para tomarme la orden, ni siquiera sabía si ya estaba saliendo con alguien. Si me decía que no, no iba a poder verla más, y eso era lo último que quería.