Mi café favorito es el de tus ojos ☕ (Jace Norman y Tú)

Capítulo 34

Narra Harper

Es lo mejor para todos. Es lo mejor para todos. Es lo mejor para todos.

Repetirlo no iba a hacer que la situación cambie, y, al parecer, no me hacía sentir menos culpable.

Le dije a mis padres, Amy, Hannah y Conner que saldría con Jace, y a Jace que me quedaría en casa. Habrá tiempo para solucionar como vivirás tu vida como Sabrina Spellman o como encontrar la entrada al cielo otra vez, me dije.

Pero eso no era cierto, ese no era el problema. Odiaba mentir, odiaba mentirle a las personas que quería y que confiaban en mi. Me estaba convirtiendo en lo que juré destruir, y todo por culpa de esa persona... Nick.

Entré a la librería y me fui hasta el fondo, hasta el último estante. No se dió cuenta que me acercaba, estaba demasiado consentrado leyendo sentando en el piso contra la estantería, recordé lo atractivo que eso me parecía en ese entonces y lo repulsivo que se veía ahora.

-Aquí tienes tu libro- dije de mala gana y lo tiré en su regazo. Él salió de su mundo y me miró.

-El libro no tiene la culpa de que yo sea un idiota- contestó- Trátalo bien.

Rebolié los ojos y él dejó el libro que leía a un lado, agarró el que le di y empezó a ojearlo.

-"Es muy difícil para cualquier persona mostrarse como es, y tan difícil para nosotros enseñarle a alguien como nos sentimos."

-¿Qué?- pregunté confundida.

Él levantó la vista hacia mi.

-Algo que marqué para ti, pero nunca llegaste a esa parte- respondió- Dejar un libro por mi culpa es bajo, aún para ti.

-¡Nunca lo empecé!- exclamé en un tono algo alto y recordé que estaba en un lugar donde no se podía gritar y respiré- Nunca tuve la oportunidad.

-El libro es tuyo, ¿ok? Era broma, ten- me lo extendió y yo simplemente me crucé de brazos.

-No lo quiero- aclaré- Nick, vine aquí a escucharte sobre un tema específico, no me lo alargues- agregué.

-Entiendo, siéntate.

Me crucé de piernas frente a él y suspiré.

-Si te engañé...

-Felicidades por reconocerlo- lo interrupí sarcástica. Mi única defensa en este momento para calmar los nervios y la ira.

-Si te engañé... Pero no quería hacerlo- no le dió importancia a mi comentario y simplemente siguió.

Lo miré con cara de "No puedo creer que sigas siendo adolescente y digas esa excusa".

-Nick...

-Harper...- me interrupió- Lo hice porque Emily me chantajeó.

Wow, ¿qué? Mi cara seguramente cambió, no esperaba eso.

-Ni siquiera con algo mío, bueno... si, pero tuyo también.

La confusión y sorpresa era demasiada ¿Algo mío? ¿Qué podría tener Emily que me perjudicara?

-¿Con qué?

-Un vídeo... tuyo y mío... en la fiesta... en mi habitación- le costó el alma decir eso.

¿Esa perra tenía un sextape mío? Empecé a negar con la cabeza, no quería creerlo.

-Me prometió que si lo hacía con ella lo borraría y nunca lo publicaría- siguió- Y... cumplió con su promesa.

-Eso es una ridiculez- sentencié.

-Lo tengo si no me crees.

-¡¿Tienes el vídeo guardado?!- si, grité, a la mierda la gente que intenta consentrarse.

-Lo guardé para explicarte y como nunca quisiste hacerlo, nunca lo borré- respondió.

-¡Lo borras ya mismo!

Sacó su celular, lo desbloqueó y me mostró la pantalla. Si era un vídeo extraño, no lo ví, ni loca. El tocó los botones para eliminar y... borrado.

-No era muy explícito, pero era lo suficiente para que te humillaran el resto de tu vida- dijo- A mí probablemente me aplaudirían, pero a ti no.

-Nick, ¿no pudiste pensar en... no sé... llamar a la policía, a sus padres, a los tuyos, mandarla al frente, o siquiera hablarlo conmigo antes en vez de tener sexo con ella?- era una excusa si, pero no la única y más madura opción para solucionar el problema.

-Con 16, no- respondió- Entré en pánico, Harper, por ti. Sé perfectamente ahora que fue la peor decisión y que había mejores formas, pero no en su momento. Te juro que iba a decírtelo.

Le creía, en serio le creía.

-Jamás quise lastimarte y enserio me gustabas, aún me gustas y por eso me alegra que estés con una persona que no te lastime aunque sea una copia barata de mi.

Solté un risa involuntaria por lo último. Ahí estaba ese Nick devuelta.

Él se levantó y me extendió la mano.

-Lo siento, Smith- dijo- ¿Paz?

Lo miré y lo pensé. Estaba realmente disculpándose y explicándose. Tomé su mano y me levanté también.

-Paz, Bloom- respondí y él sonrió, no con malicia, de verdad.

Él soltó mi mano y agarró el libro que traje del piso.

-Quédatelo- dijo- Por favor- le hice caso y tomé el libro- Aún tienes esa marquita junto a tu labio- agregó poniendo su mano en mi cuello y tocándola con su pulgar.

Yo solo me encogí de hombros, y lo demás pasó demasiado rápido, o quizás demasiado lento. No tengo idea.

Nick me estaba besando y yo... yo solo estaba ahí parada, congelada, estática...