Capítulo 32

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Narra Harper

Harper: No me beses, no me abraces, no me toques y ni se te ocurra hablar de alguna cita o cosa que haya pasado
Jace ❤️: Necesitas tranquilizarte
Harper: No, tu necesitas estresarte
Jace ❤️: No vale la pena, me van a amar, lo se. Técnicamente, ya los conozco
Harper: NO LOS CONOCES
Jace ❤️: Te amo, Harps. No te preocupes

☕☕☕

-Llegan a decir algo incómodo y les juro por todo lo que tengo, tuve y tendré que me voy a mudar muy lejos de aquí y nunca hablarles otra vez en lo que queda de mi exsistencia- les avisé a mis padres. A mi abuelo también, pero de él no debía preocuparme demasiado.

-De Conner nunca hubo quejas- estableció mi papá- Y de tu parte nunca hubo advertencias.

-Conner era mi mejor amigo, es muy diferente.

-Yo me encargaré de tu padre- dijo mi mamá.

Tocaron la puerta y sentí que me bajaba la presión, creo que nunca me pasó algo así con alguien. Suspiré y fui a abrirla.

-Hola- dije.

-Hola- contestó sonriendo.

Abrí más la puerta para que pasara y una vez que lo hizo, la cerré. Ni bien entró, mi gata se le acercó para olfatearlo. Jace la vio y se agachó.

-Hola, tu- dijo en un tono gracioso y empezó a acariciarla- No te conozco.

Y después yo le advertí a él que no me besara. Era un escena demasiado tierna para mi ser.

-Se llama Coki.

Jace se rió y se incorporó para ver a mis padres y a mi abuelo. Este fue el primero que se le acercó y le extendió la mano.

-Charles Smith.

-Jace Norman- le estrechó la mano mientras sonreía.

-Jace, ¿quieres un trago?- preguntó mi papá desde la cocina.

Ya empezamos ¿Tenía que hacer esa prueba estúpida y nada graciosa?

-No, gracias. No tomo alcohol- respondió.

-Respuesta correcta.

-Es un buen inicio- le dijo mi abuelo casi en un susurro guiñándole un ojo- Sé que será el primero de muchos, eso significa que le agradas- agregó y Jace soltó una risa.

Eso espero...

Mi mamá nos invitó a todos a sentarnos en la mesa grande que había en la cocina, era una cocina-comedor, pero había bastante espacio.

En lo que estaba la comida, no hubo nada de lo que realmente me alarmara o estuviera fuera de lugar. Hasta le agradecieron por darme una oportunidad en su programa. Por ahora, todo bien.

Cuando empezamos a comer, ya empezaron las preguntar más personales, aunque nada de que preocuparse.

- Oye, Jace, ya que eres actor, ¿también tienes alguna carrera pensada?- empezó mi mamá- Porque Harper estaba buscando y aún no está segura.

-No empecé a estudiar nada, pero me interesa diseño de interiores- contestó muy tranquilo ¿Y eso de dónde salió?- Cuando tenga tiempo, veré que puedo hacer.

Siguieron preguntas muy normales, nada extrañas. Que raro. Todo estaba hermoso... Hasta que llegó el postre, uno pensaría que es el momento más dulce, pero se convirtió en agrio demasiado rápido.

-¿Tu la hiciste?- me preguntó Jace sorprendido al probar el pastel.

-El limón es mi especialidad- respondí sonriendo y comí un pedazo.

-Jace... Debo decir que me encanta tu camisa. Cuando Harper llegó con ella el otro día, en serio quedé impresionado.

Sentí que mi garganta se cerró y el pie de limón no iba a poder seguir su camino hacia mi estómago. Me atraganté, empecé a toser con violencia, agarré el vaso de soda y tomé un poco. Unos segundos después, empecé a respirar con más normalidad, pero con un sentimiento espantoso.

-¿Estás bien?- me preguntó Jace mientras acariciaba mi espalda un poco. Ese tacto fue lo suficiente para asentir sin mirarlo y calmarme un poco más.

¿Cómo no se fue y me bloqueó de su vida para siempre aún?

-Ray...- empezó mi mamá en ese tono de regaño. GRACIAS.

-Bromeaba- él solo le restó importancia con un ademán de mano. Perdón, padre, pero casi me muero- Jace, la verdad es que admiro mucho tus ideales y opiniones- mi papá le extendió la mano y mi novio solo se la estrechó.

-Gracias.

Después de un rato, Jace y yo fuimos hasta mi habitación, cerré la puerta y di el suspiro más grande de mi vida.

-Eso salió bien- comentó Jace mientras miraba el cuarto.

-Bueno...- empecé- Tuvo un comienzo, un conflicto y un final como toda historia de terror, por ejemplo.

Jace soltó una risa.

-No fue para tanto- contestó y me encogí de hombros.

El empezó a curiosear por el cuarto.

-¿En serio quieres hacer diseños de interiores?- pregunté.

-Lo estuve considerando después de que me preguntaste si no me interesaba otra cosa.

Se sentó en mi cama, vio la mesa de noche y agarró el libro que estaba ahí. Fui hasta él y me senté a su lado.

-"Perfecto Mentiroso"- leyó el título- No eres tan inocente como creí.

Solté una risa.

-Creo que ya te demostré que no lo soy.

-Por favor, dime que puedo besarte ahora.

-Puedes.

Dejó el libro en su lugar y se acercó a mi. La acción no pudo concretarse porque la puerta se abrió.

-Que él me agrade no significa que está puerta tiene que estar cerrada.

Mi café favorito es el de tus ojos ☕ (Jace Norman y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora