Capítulo 59

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¿Me creerías si te dijera que toda esta historia fue solo una historia de bebidas? No, por supuesto que no, nadie creería algo tan ridículo. Tampoco es eso de lo que está historia se trató, claro está.

Cualquier cosa puede pasar en una cafetería, ¿o no? Osea, solo piénsalo un segundo. Las cafeterías son literalmente un lugar donde, redondeándo, veinte personas se juntan, pero nadie se conoce, cada uno tiene su historia, cada uno tiene una vida y cada uno, por supuesto, tiene una bebida que siempre pide a pesar de que haya infinidades de opciones en el menú.

Yo pude haberte contado la historia de la chica que se sentaba adentro contra la ventana a estudiar todos lo martes. O la de el hombre que recién se había separado y solo necesitaba un momento a solas para pensar. O de la pareja que amaba los pasteles de la cafetería y no se resistían a ir. Pude hasta haberte contado la historia desde el punto de vista de Amy y todo hubiera sido diferente. Hasta pude empezar la historia en el capítulo en el que Nick se sentó en la cafetería porque quería arreglar las cosas con Harper y hubieras creído que Jace era el villano.

Pero no, decidí contarte la historia de la mesera que quería ser actriz y se enamoró del chico que pedía el vanilla machiatto, y después de ponerle ese apodo tan vulgar, empecé a comprender que todos en está historia tiene su propia receta para ser una bebida.

Harper, por su lado, es un cappuccino, tiene ese sarcasmo y forma de ser directa que algunos les parecerá amargo como el café, pero también es algo dulce y caritativa como el chocolate.

Después tenemos a Jace quien, no hace falta remarcar, que ama la vainilla. Pero son esas personas que son tan encantadoras que olvidas que puede llegar a enojarse y ser fuerte como el café. Hay tantas sonrisas que no lo notas, tanto como la vainilla en el vanilla machiatto.

Amy, por supuesto que es el té. Es tranquila, risueña y obvio, el té es el mejor compañero de un buen libro.

Hannah, siempre pensé que sería ese café extraño que viene con chocolate blanco. Rara vez alguien lo pide, pero cuando lo haces, te das cuenta que es increíble.

Conner, sin dudas, es el chocolate caliente. Es el que te conforta en los días fríos o cuando estás triste y necesitas galletas. Siempre es la mejor opción y lo sabes.

Tina es el típico café con leche, puede ser dura cuando la conoces y quizás no te caiga bien, pero siempre hay gustito dulce que apaga un poco ese lado y resulta que te gusta mucho.

Nick es café, solo, ni siquiera con azúcar. No hay mucha explicación en eso. Hay gente que les gusta el café solo, los ayuda a estar alertas a cualquier cosa, y quizás una vez que lo pruebes, no querrás probar otros cafés.

Félix, Félix sería ese café al que le agregan crema y chispas de chocolate. Bien creativo y divertido, siempre será una buena opción.

Mason sería un caramel machiatto, así de dulce. Sabes que lo quieres, pero también sabes que es algo insano, ya que es demasiado azúcar para una sola bebida. Pero lo quieres de vez en cuando y te encanta.

Cómo puedes ver, todos fueron algo en un simple menú. "Eres lo que comes", a qué has escuchado eso antes. Pues claro que sí, todos estos personajes son lo que beben, y, aunque en toda la historia no te revelé que consumían todos, hay varios que si, y fue por una razón.

Lamento comunicarte, que solo queda el desenlace de la historia de Harper, solo un capítulo que explicará como una chica logró lo que quería dejando atrás a su novio. Y como un chico, que un día pasó por la primer cafetería que vio porque no había desayunado antes de ir al trabajo y llegaba tarde, se enamoró de la chica que lo atendió.

Y te daré una pista, todo empezó en una cafetería, y lo cierto es, que no pienso terminar la historia en otro lugar.

"It'll be a Wednesday, I'll be going to this coffe shop..."

Mi café favorito es el de tus ojos ☕ (Jace Norman y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora