Capítulo 43

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Narra Harper

-Te amo, cappuccino.

-Te amo, vanilla machiatto.

Escuchaba su corazón acelerado al estar acostada en su pecho, seguro el mío estaba igual. Me sentía relajada y con energía a la vez, me sentía increíble.

-Me encanta escuchar tu corazón- solté.

-Mejor no te digo lo que me gusta escuchar que venga de tu parte- contestó bastante normal. Le di un pequeño empujoncito divertido, lo miré y ambos reímos.

Volvió a acariciarme la espalda como lo estaba haciendo antes, amaba que hiciera eso. Entrelacé la mano que tenía libre con la mía y acerqué el brazo.

"God is still thinking".

-Nunca te dije nada sobre tu tatuaje- comenté mientras lo miraba- Osea, si sabía que lo tenías, pero no lo mencioné.

-No me preguntes que significa porque no lo sé.

-¿Te hiciste un tatuaje sin un significado?- pregunté sorprendida mirándolo y él se encogió de hombros- Yo lo interpreto como que no todo está escrito aún, que no hay un destino incambiable. Dios sigue pensando...- opiné.

-Me gusta- respondió y se acercó para besarme. Se lo devolví, pero, no muchos segundos después, volví a la realidad.

-Deberíamos cambiarnos- le dije al separarnos.

-¿Me estás hablando en serio?- se quejó.

-Mis padres y mi abuelo no tardan en llegar, lo lamento- contesté y amagué a levantarme. Pero él, con un movimiento rápido, se puso encima mío acostándome por completo otra vez y me dió un beso en el cuello del lado izquierdo para después ponerse frente a mi.

-¿Vamos a cenar esta noche?- preguntó, asentí y otra vez repitió la acción, esta vez del lado derecho- Y, ¿te quedas en casa?

-De acuerdo- respondí.

-¿No te vas a ir a la mañana corriendo y nos vamos a quedar todo el tiempo que queramos?- asentí sonriendo y él me devolvió el gesto.

Me dió está vez, un corto beso en los labios y ambos nos levantámos para cambiarnos.

No mucho tiempo después, llegaron mis padres con mi abuelo. Yo estaba terminando el cappuccino. Todos al ver a Jace, se sorprendieron un poco, pero estuvieron feliz de que estuviera ahí y de que hayamos arreglado las cosas.

-¿Te quieres quedar a cenar?- le preguntó mi mamá.

-Si no les molesta, quería llevarme a Harper y que cenemos juntos- contestó el que ya podía llamar novio otra vez mientras me abrazaba por el hombro.

Nadie tuvo problema, así que, fui a mi habitación a empacar algunas cosas. Agarré mi celular de la mesita de noche y un mensaje me desconcertó un poco.

Amy 📖: Podemos hablar mañana?

Por un mísero momento había olvidado que todavía tenía que arreglar las cosas con ella. Me agradaba que todo se estuviera acomodando otra vez.

Mi café favorito es el de tus ojos ☕ (Jace Norman y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora