Capítulo 52

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Narra Harper

Mi último día en la cafetería. No sabía exactamente como sentirme. Las dos semanas habían pasado y solo me quedaba el día entero de hoy en Los Ángeles.

Mis padres habían planeado una especie de reunión con mis amigos a la noche. Todos me decían que era una fiesta de "buen viaje", pero yo sabía perfectamente que era una fiesta de despedida y odiaba eso, porque, claramente, iba a volver.

Intentaba que sea un día como los demás, como si mañana vendría a trabajar como siempre, pero era demasiado complicado.

Salí afuera y quedé congelada.

-Hola.

-Hola, Jace.

Sonreí algo nerviosa. Dios, que raro era llamarlo "Jace". En estas dos semanas realmente no lo ví, hablamos muy poco por chat y nada más. Obviamente, las cosas no habían terminado por nada exactamente malo, pero de todas formas me sentía incómoda y por supuesto que aún dolía la ruptura.

-No te confíes mucho. Vine por mi vanilla machiatto- dijo divertido y solté una risa.

-Será un placer traértelo- contesté y fui adentro a hacer el café, quizás por última vez también.

Cuando estuvo listo, volví a salir afuera y se lo dejé en la mesa.

-Me alegra verte- no era mentira. Aunque si había un ambiente raro, me sentía bien verlo al menos una vez más antes de irme.

Él sonrió y tomó un sorbo.

-A mi igual- respondió.

Me mordí el labio inferior pensando si era o no una buena idea decir lo que pensaba.

-Hoy... haré una pequeña fiesta en mi casa... Puedes venir, si quieres- dije sin realmente mirarlo.

-¿Tu quieres que vaya o me invitas por compromiso?

-Quiero que vayas- contesté segura y casi sin pensar, pero era cierto- No te invité antes porque no hablábamos mucho y no sabía exactamente como estabas- expliqué- Pero si no quieres ir, lo entiendo.

☕☕☕

Ya en mi casa y con todos ahí, bueno... no exactamente todos, empecé a sentirme triste ¿Cómo iba a hacer para estar casi un año sin ellos?

-Prometí que no lloraría, pero sinceramente, dudo que mantenga esa promesa- comentó Hannah abrazándome por el hombro.

-Su tu lloras, yo voy a llorar y ambas sabemos que Harper lo hará también- le contestó Amy poneinédose de mi otro lado.

-Basta, pasará volando, ya verán- quizás decirlo muchas veces a varias personas haga que me lo crea.

-Confío en que si- dijo Tina poniéndose al lado de Hannah- No quiero que volvamos a perder el contacto.

Después de un tiempo, solo intenté concentrarme en la comida y en la casa en si. Dios, ¿por qué era tan difícil? ¿Por qué la oportunidad tenía que estar del otro lado del mundo?

-He estado pensando que decirte desde hace dos semanas y desde que llegué, y... aún no lo sé- voltié al escuchar la voz de Félix. Se veía extraño, nervioso- Supongo que lo único que puedo decir es que fuiste una alumna increíble y que aprendí también mucho de ti. Estoy muy orgulloso.

-Félix...- empecé, tampoco sabía que decirle. Le debía literalmente todo- Sin ti no hubiera podido hacer nada. Fuiste un gran profesor y un excelente amigo cuando lo necesité- seguí- Gracias.

Me acerqué a abrazarlo. Iba a extrañar sus clases demasiado. Cuando me separé, me di cuenta que estaba al borde de llorar, así que, me fui a mi cuarto y cerré la puerta.

¿Había tomado la decisión correcta? ¿Iba a abandonar todo aquí por casi un año por un trabajo? ¿Así iba a tener que ser siempre?

Tocaron la puerta y miré al techo respirando hondo.

-Pase.

-Si quieres estar sola, está bien. Lo siento- escuché la voz de Jace del otro lado de la puerta y fui abrirla básicamente corriendo.

Lo ví. Realmente creí que no vendría y, creo, que así lo quería. No podía enfrentarlo, no podía despedirme.

Me acerqué y lo abracé. Él me lo devolvió y me quedé en eso unos segundos. Me separé y lo agarré de la mano para meterlo a la habitación y cerrar la puerta.

-Sabes perfectamente que tienes todo el poder para detenerme, ¿verdad?- lo dije segura y mirándolo. Usualmente, no digo ese tipo de cosas de esa manera, pero era necesario.

-Y por eso, había decidido no venir- respondió- Pero... no podía no verte- agregó- Y... vine decidido a darte algo, pero no está bien...

-Hazlo- lo interrupí.

-Harper...

-Hazlo.

Y esta vez, no discutió, lo hizo, me besó agarrándome del rostro. Eso era lo único que necesitaba en ese momento, una dosis de felicidad y lindos sentimientos.

Solo un último beso antes de irme para recordarnos a los dos que uno estaría aquí cuando el otro volviera.

Mi café favorito es el de tus ojos ☕ (Jace Norman y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora