Capítulo 25

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Narra Harper

-Esta vez no te irás a las corridas en la mañana, ¿verdad?- me preguntó Jace con la respiración agitada y acariciando mi cabello.

-Nop- contesté de la misma forma y empecé a acariciar su torso- Ya avisé que no me esperen.

Estábamos acostados en su cama, abrazándonos después de tener un momento tan hermoso e increíblemente placentero.

Después de salir del set, ya era bastante tarde, así que fuimos a cenar y Jace me ofreció ir a su casa un rato. Eso no tardó mucho en convertirse en una sesión de besos que, poco a poco, bajaron al cuello y que llevamos lentamente a su cama. Sin casi darnos cuenta, la ropa desapareció y pasó lo que tenía que pasar. Fue de una manera tan natural e inesperada que ni siquiera hubo dudas.

-Tu ya me lo dijiste, pero yo no a ti- soltó y lo miré con curiosidad- Eres muy sexy, Harper.

Sonreí y me acerqué para darle un pequeño beso en los labios, pero él lo devolvió y quiso alargarlo un poco, cosa a la que yo accedí.

-Buenas noches, vanilla machiatto- le dije sonriendo cunado nos separamos.

-Buenas noches, cappuccino.

☕☕☕

La alarma resonó en la habitación y ambos nos despertamos de golpe. Tantié la mesa de noche, pero claramente mi teléfono no estaba ahí. Me senté en la cama, agarré mi chaqueta del piso, saqué el celular del bolsillo y apagué la alarma.

-¿No vamos a poder tener una mañana tranquila nunca?- preguntó Jace mientras se sentaba a mi lado.

-Al menos esta vez no me tengo que ir corriendo- respondí- Buenos días- agregué.

Él me miró a los ojos, bajó la vista hasta mis labios y se acercó para unirlos con los suyos unos segundos.

-Yo preparo el desayuno- me dijo- Te debo muchos cafés.

Ambos nos cambiamos y mientras Jace estaba en la cocina me puse a ver algún que otro mensaje y avisarles a las chicas que quizás llegaría un poco tarde pero, por una muy buena razón.

Fui hasta la cocina y ya había una taza en la mesa.

-¿Cómo haces el vanilla machiatto?

-¿Quieres que te enseñe?- él asintió y me acerqué hasta la mesada- ¿Tienes escencia de vainilla?

Buscó en las alacenas hasta que la encontró y me la dió. Eso era lo único que faltaba porque él había hecho mi cappuccino y estaba todo ahí.

-Leche- la puse en un vaso- Café, muy poco, sé que no eres muy fan- lo agregué- Azúcar y tres cucharadas de escencia de vainilla.

Al poner esas dos últimas cosas lo batí y se lo di a probar.

-¿Así de simple?- preguntó y asentí.

Tomó un sorbo, sonrió, dejó el vaso en la mesada y puso sus manos en mi cintura. Empezó a besarme y ese aliento a vainilla mezclado con su perfume me derritió.

-¿Te gustó?- pregunté entre besos y se separó un poco.

-Mucho- contestó con una sonrisa pervertida- ¿A ti?

-Hablaba del café- aclaré y mordí mi labio inferior para retener mi nerviosismo.

-Si, eso también.

Solté una risa y tomé un sorbo del cappuccino.

-A mi igual.

Cuando terminamos de desayunar Jace me llevó a casa para que me cambiara y después ir a la cafetería. Él tenía que irse al trabajo también y me dijo que quizás pasaría más tarde.

Las cosas en casa ya estaban bien: mis padres se había disculpado al igual que yo, me dijeron que cuando yo esté lista querían conocer a Jace y que estaban orgullosos de mi por la audición.

Una vez que me puse el uniforme fui hasta la cafetería.

-La única excusa que acepto es si fuiste a buscar a Taylor Swift a la casa y me la trajiste- dijo Hannah de brazos cruzados tras el mostrador.

Si, había llegado tarde.

-¿Que Clary y Jace hayan pasado la noche juntos no es excusa entonces?- pregunté.

Mis dos amigas abrieron mucho los ojos y se quedaron heladas un segundo.

-¡Nos cuentas ya mismo!- exclamó Amy.

☕☕☕

Unas horas después creí ver a Jace en su lugar así que salí afuera y me odié, me maldije por creer que era Jace, por haberlo siquiera confundido.

-Hola, Smith. Ha pasado mucho.

Mi café favorito es el de tus ojos ☕ (Jace Norman y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora