Mi café favorito es el de tus ojos ☕ (Jace Norman y Tú)

Capítulo 12

Narra Harper

Sábado

Ok, día de la cita. Mucha gente se siente nerviosa o alterada en las primeras citas, yo  no. Era una persona que no se ponía nerviosa por estás cosas, ni por muchas.

En toda la semana realmente estuve bastante con Conner, nos pusimos finalmente al día del todo.

Ahora estaba al teléfono con Hannah mientras elegía la ropa, ella venía a buscarme.

Hannah: ¿Qué le dijiste a tus padres?
Yo: Que iba a salir contigo y que quizás Amy se nos unía.
Hannah: ¿Por qué?
Yo: Porque no quiero que mi mamá arme un escándalo y no necesito ninguna discusión con mi papá. Mientras no sea serio, voy a dejarlo así.

Sobre la cama ya tenía un jean púrpura, a lo que agarré del armario una camiseta de manga corta blanca con unas mariposas y una chaqueta de cuero junto con zapatillas Vans.

Hannah: Ok, ya entendí. Te veo en media hora, ocho y quince.
Yo: Bye.

Corte y miré el outfit que creé un segundo, estaba muy conforme.

☕☕☕

Hannah estacionó el auto enfrente del restaurante en donde habíamos quedado con Jace y abrí la puerta del auto.

-Espera- me dijo mi amiga- ¿Vas a hacer algo? Yo tengo si necesi...

La interrupí como respuesta bajándome del auto y caminando hasta donde estaba Jace. Tengo que admitir que ahí si me puse nerviosa, siempre digo que él es lindo pero en realidad es hermoso, demasiado atractivo.

-Hola- me dijo con una sonrisa.

-Hola- respondí de la misma manera.

-Te ves preciosa.

Sentí algo en el estómago y no pude no morder mi labio.

-Tu igual.

Una vez adentro del restaurante, nos sentamos en una mesa contra la ventana y empezamos a ver el menú.

-¿Quieres compartir algo?- me preguntó.

-Harper no comparte comida- contesté y él soltó una risa- Bromeo- aclaré- Compartamos.

Cuando vinieron a atendernos, nos decidimos por pizza y en lo que esperamos empezamos a hablar.

-Así que, ¿siempre tienes una contestación graciosa para todo?- preguntó.

-A veces si, a veces no- respondí- A muchas personas les molesta.

-A mí me gusta- sonreí- También me gusta que compartamos hobby- agregó.

-Tu trabajas, yo no, así que técnicamente lo tuyo ya no es un hobby.

-Puede ser las dos cosas- opinó y me encogí de hombros- Me gustaría verte actuar, me imagino que tú ya me viste.

Me reí.

-No ví nada, ni siquiera sé de qué se trata tu serie.

Llegó la comida cuando Jace iba a contestarme así que se calló un minuto. Empecé a comer en lo que él seguía.

-Me dijiste súper héroe. Algo sabes.

-Solo te vi con tu traje- respondí riendo- Te ves bien en el, por cierto.

Él me guiñó un ojo y dijo lo que quería evitar que pasara.

-Quizás podrías estar en un capítulo.

-No tienes que hacer eso.

-No te aseguro nada, pero sería divertido.

Narra Jace

Cuando terminamos de comer, simplemente salimos a caminar. Me había encantado poder hablar con ella y conocerla aún más.

-Creo que me faltó preguntarte cómo te interesaste en la actuación- dije.

-Bueno, cuando era niña y miraba todas esas series pensaba en que ellos indirectamente me estaban ayudando cuando me sentía un poco mal o me distraían un rato de todo- explicó- Supongo que quiero ser esa persona para alguien más.

-Eso es hermoso, Harper- contesté con sinceridad.

Ella sonrió.

-También creo que es porque ningún día es igual al otro, nunca sabes lo que vas a hacer.

-Totalmente cierto.

Desvíe la mirada a su mano, quería tomarla y seguir caminando así, pero en serio no quería empezar metiendo la pata. Ella notó eso y me miró y yo a ella. Vio mi mano y la entrelazó sin siquiera pensarlo.

Su tacto era todo lo que necesitaba para que mi cuerpo y mi mente se perdieran en una mismísima nube.

-La pasé muy bien- soltó Harper.

-También yo- respondí- ¿Podemos repetirlo sin una apuesta de por medio?- agregué.

Ella asintió mientras soltaba una pequeña risa.

-¿Necesitas que te lleve?- le pregunté.

-No, mi amiga ya viene por mi, gracias.

Paramos de caminar y Harper me soltó la mano para quedar frente a mi.

Honestamente, a ella la veía capaz de besarme ahí mismo sin mostrar ningún tipo de señal previa y sin dudar ni un segundo. Ella era muy segura de lo que quería, y aunque, yo no tanto, si esperaba besarla porque sentía su respiración y sentía sus ganas.