Mi café favorito es el de tus ojos ☕ (Jace Norman y Tú)

Capítulo 35

Narra Harper

-¿Qué crees que debo hacer?

Tina me dió una segunda taza de té y se sentó junto a mi en el sillón de su departamento.

No sabía a quién acudir ante lo sucedido. Nadie sabía donde estaba realmente y si encima volvía con un problema sería peor. Tina se había convertido en mi amiga y confiaba en que ella podría ayudarme.

Tuve que contarle absolutamente todo desde el inicio y ella me escuchó antentamente. Finalmente, dejé la decisión en sus manos.

-Bueno... No le devolviste el beso, Jace no tendría porqué enfadarse. Deberías decirle- respondió.

-Pero le mentí. Cuando le diga que si fui a hablar con Nick ya sé que se enojará y más si le digo que me besó- dije muy desesperada- Y, sinceramente, no sé cual sería su reacción si le digo que tuvo una sextape mía en su celular tres años.

-Mira, el daño ya está hecho- respondió en un tono tranquilo- Si esperas para decírcelo va a ser peor. Quizás se entere por otro lado, sabes que esas cosas siempre salen a la luz. Y sé que la culpa va a comerte viva antes de que eso suceda- explicó.

Tenía razón, tenía tanta razón y odiaba eso. Odiaba que yo haya sido la culpable de esto, de causar este drama. Y odiaba estar culpando a Nick, quería y no podía, porque él no había hecho absolutamente nada. Si, me besó, pero yo me lo busqué. Él me dijo que aún gustaba de mi y yo no me fui, dejé que pusiera una mano en mi cuello y me besara, ni siquiera lo detuve, no lo detuve porque no entendía, porque mi cuerpo estaba ahí pero, mi cabeza ya no. Él solo se alejó lento al darse cuenta de lo que hacía, se disculpó y yo salí corriendo mientras las lágrimas salían solas.

-¿Y qué hago con las chicas y Conner?- pregunté con preocupación- Estarán igual o más enfadados que Jace.

-Resuleve una relación a la vez- me aconsejó- No armes un caos que sabes que no podrás controlar.

Solo asentí, asentí que era una estúpida y que iba a perder a mi novio, a mis amigos y probablemente recibir un regaño de mis padres por mentir.

-¿Me llevarías a lo de Jace?- pregunté.

-¿Segura?

-Si, quiero hacer esto ya.

Tina asintió y fuimos hasta su auto. El viaje me pareció extremadamente largo y tedioso, triste, nervioso.

Mi amiga paró el auto y yo la miré.

-Gracias, me ayudaste muchísimo hoy- le dije con sinceridad.

Ella me sonrió.

-Cuando quieras, Harps- contestó- En serio, manteneme al tanto y lo que necesites hablar, puedes hablarlo conmigo.

Le devolví el gesto como pude y salí del auto. Caminé hasta la puerta y toqué.

Adiós, vanilla machiatto.

Jace abrió la puerta y sonrió sorprendido al verme.

-Hola, no te esperaba.

Simplemente pasé y él me agarró de la cintura. Por el amor de Dios, no hagas esto más difícil de lo que ya es.

Me besó, se sentía agrio, sucio. No por él claramente, por mi. Lo separé y me aparté un poco. Él me miró algo confundido.

-Tengo que decirte algo, algo importante- dije sería.

-¿Estás bie...

-Nick me besó.