Mi café favorito es el de tus ojos ☕ (Jace Norman y Tú)

Capítulo 14

Narra Harper

-¿Cuándo vamos a tener esa segunda cita?- me preguntó cuando puse su café sobre la mesa.

-El más ocupado eres tú, cuando quieras- contesté.

Jace asintió y tomó un sorbo del vanilla machiatto.

-¿Cuándo terminas de trabajar?- soltó.

-Como en cinco horas, recién llego.

-Ok, en cinco horas vuelvo y tenemos la cita- respondió sonriendo.

☕☕☕

Dicho y hecho. Casi cuando estaba por terminar mi turno lo ví afuera otra vez esperándome.

Una vez que cobre la última cuenta, salí y él sonrió.

-Creí que bromeabas- le dije.

Ambos empezamos a caminar y Jace soltó una risa.

-¿Por qué?

Me encogí de hombros, realmente no me esperaba una respuesta tan espontánea supongo.

-Ok, ¿a dónde vamos?- preguntó.

-Podemos solo caminar- respondí.

-¿Nuestra cita será caminar?- no me lo reclamó, simplemente se sorprendió.

-Es original, nadie lo hace.

Él asintió.

-¿Hace cuánto trabajas en la cafetería?- preguntó.

-Desde que tengo 16, o sea, tres años- contesté- Voy a teatro desde los 14 y cuando le dije a Félix que quería un empleo me ofreció este.

-Las otras dos chicas son tus amigas, ¿no?

-Amy es mi amiga desde la secundaria y a Hannah la conocí aquí, pero si, también es mi amiga.

-¿Y el otro chico?

-Conner, es mi mejor amigo- ¿Lo digo o no lo digo?- Él... Fue mi novio.

Yo tenía la mirada posada en el camino, pero sentí cuando me miró de golpe, sorprendido.

-Hace bastante terminamos y fue porque ambos supimos que no sentíamos nada por el otro- expliqué- Amo ser su amiga y no se interpondrá en nada, de verdad.

Él solo asintió. Ya lo arruinaste.

-¿Tu no eres amigo de tus exs?

-No- contestó serio- No me llevo mal con ninguna y si tengo que hablarles será con la mejor onda, pero no, no son mis amigas.

-Entiendo.

Bueno no hay nadie de que tenga que "preocuparme" supongo. Aunque, gracias a mi comentario y mi estupida pregunta se hizo un silencio denso, no era incómodo, simplemente molesto.

-¿Ya te pusiste celoso?- pregunté divertida para tratar de convertir lo que generé en un chiste. Pero lo dije tan sin pensar que me pareció la pregunta más insolente del mundo ¿Cómo voy a preguntar eso?

Jace paró de caminar y se giró hacia mi y yo hice lo mismo para quedar frente a frente.

-Sé que fue de una manera entraña, pero ayer te dije que me gustabas- otra vez esa punzada de lindos sentimientos- También sé que solo vamos dos citas, pero te conozco, ¿sabes?- hizo una pequeña pausa- Si, me puse celoso. Y más cuando ví como lo abrazarte el otro día, creí que era tu novio.

Suspiré.

-También me gustas- repetí esta vez conciente de que lo decía- Ese abrazo fue porque Conner se mudó hace como un año a Inglaterra y ahora volvió aquí. Ni siquiera lo sabía- expliqué- Y también me puse celosa de tu amiga.

Él sonrió y le devolví el gesto. Seguimos caminando un rato sin realmente hablar mucho, solo disfrutando al otro.

-¿Quieres que te lleve a tu casa?- me preguntó- Es algo tarde.

Yo asentí, no tenía realmente otra opción.

Volvimos a la cafeteria, que era dónde estaba su auto y me llevo hasta casa, esta vez ese viaje no fue incómodo.

-Gracias por traerme- le dije una vez que estacionó frente a mi casa.

-Cuando quieras.

Destrabé la puerta y me detuve un segundo. Me di vuelta para verlo, me acerqué a él y le di un beso en la mejilla.

Me bajé del auto antes de que él dijera algo y mordí mi labio. Que piel suave.

Entré a mi casa envuelta en ese pensamiento, pero todo tenía que terminar: ahí estaba, mi papá cruzado de brazos mirando a la ventana.