Capítulo 51

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Narra Jace

Harper no dijo nada, solo se acercó a mi y me abrazó. Yo se lo devolví algo confundido y sentí que estaba mal, más que nada porque sabía que, por más que lo ocultara, estaba lagrimeando en mi pecho.

Tuve un muy mal presentimiento. Odiaba que ella estuviera así, pero sentí algo horrible dentro de mi cuerpo.

-No quiero...- murmuró. Quizás para que no la escuche, pero lo hice.

-Está bien- le dije. Si, es lo que crees.

Se separó solo para mirarme.

-No, no está bien.

-Si, lo está.

-Jace, estoy tratando de romper contigo- aclaró finalmente con los ojos húmedos.

-Lo sé- respondí- Y está bien.

-¿Cómo eso puede estar bien?- preguntó nerviosa haciendo un ademán con los brazos.

-Porque te esperaré- agarré su rostro con ambas manos y la acerqué más a mi.

-Jamás te pediría que hicieras eso- una lágrima cayó por su mejilla y se la limpié- No te mereces eso.

Hubo un poco de silencio mientras le acariciaba las mejillas para que se calmara un poco. Esto era muy difícil para los dos, pero si vería realmente como me siento la destruiría.

-Harps...- dije mirando sus labios.

-¿Qué?- tenía una voz débil.

-¿Quieres que terminemos en la mañana?- pregunté y finalmente la miré a los ojos.

Ella entendió la indirecta y asintió mientras se acercaba a mi poniéndo las manos en mi cuello.

Me besó de una manera brusca, rápida. Pero ella hacía hasta esos besos tiernos y suaves. Se lo devolví abrazándola y juntando su cuerpo con el mío.

No quería perder tiempo. Mucho menos ahora. La chaqueta que tenía estaba ya abierta, así que puse mis manos en sus hombros y ella entendió lo que quería hacer. Sacó las manos de mi cuello y yo solo la deslicé por sus brazos hasta que cayó al piso.

Ella empezó a caminar por el pasillo que llevaba a mi habitación y antes de entrar a ella, saqué la camisa que tenía puesta y la tiré al piso también.

Volví a besarla y entramos al cuarto. Cerré la puerta con su cuerpo y el mío. Bajé los besos al cuello y empecé a escuchar a Harper respirar acelerada.

Su camisa empezó a molestarme porque quería besar más abajo, así que, me deshice de esta. Fui al pecho directamente y me concentré en hacerla sentir bien quizás por última vez, quería asegurarme de hacerle todo lo que le gustaba.

Después de unos segundos, ella me agarró de los hombros y me separó para empujarme hasta la cama. La acción me sorprendió un poco, jamás había hecho eso.

Puso todo su cuerpo encima del mío y volvió a besarme. Sentí un mordisco en mi labio inferior. Iba a hacer lo mismo, pero se separó un poco solo para hablarme.

-Dime que quieres que haga- soltó en un tono que hizo que todo mi cuerpo se descontrolara más de lo que ya estaba.

-Sorpréndeme- contesté casi en un susurro.

¿Conoces ese sentimiento cuando te arrepientes de hacer o decir algo y a la vez no? Así me sentí cuando Harper se encargó de no dejar ni un centímetro de mi torso y mi abdomen sin un beso. Cada uno se sentía mejor que el anterior.

Ya no aguantaba mas, necesitaba estar más cerca, nada me era suficiente.

Cuando terminó con eso, se separó completamente y desabrochó mi pantalón. Antes de que hiciera otra cosa, me puse encima de ella y sonreí. Desabroché el suyo y toqué esa zona.

-Jace...- amaba que dijera mi nombre así, entre suspiros, pero la interrupí volviéndola a besar.

La ropa desaparecía demasiado pronto para mi gusto, o sea, quería hacerlo ya y a la vez que durará para siempre, porque me encantaban estos momentos con ella. En realidad, me encantaban todos.

Era difícil y horrible pensar que quizás esta sería mi última vez con ella, que no la tendría más a mi lado, al menos por un tiempo.

Pero en ese momento, no me importó y quería que ella supiera que si quería vivir en el presente como ella me dijo.

Sé que la quiero a ella. Hoy y siempre.

Mi café favorito es el de tus ojos ☕ (Jace Norman y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora