Una Bridgerton en aprietos

Una Maravillosa Coincidencia

Londres, Septiembre de 1825, en Bridgerton casa número cinco.

—¡Es asombroso! En este momento dos de mis hijas (porque Violet consideraba a Penélope su hija) están dando a luz— Violet le decía emocionada a la menor de sus hijas Hyacinth que acababa de llegar y se encontraba al pie de la escalera. Y fue todo lo que dijo, porque Violet iba corriendo de habitación a habitación a ver como iba cada una.

¿No era una adorable coincidencia? sus nietos o nietas, o nieto y nieta nacerían hoy, hoy el mismo día, eso era algo increíble.

Desde el momento en que Violet supo del embarazo de Penélope y Eloise, hizo que le prometieran que estarían en casa para ayudarlas con su primer parto así como lo hizo con Kate y Sophie la primera vez, por supuesto nunca creyó que sería el mismo día al mismo tiempo.

Hyacinth subió las escaleras y miró a los sirvientes correr de un lado a otro con sábanas y agua caliente y decidió entrar a la primera habitación que su madre entró.

—Te ves terrible—dijo finalmente Hyacinth 

—¡Hyacinth!— La reprendió su madre que estaba a un lado de Eloise tomando su mano

—¡Ah!- Gritó Eloise — ¿ya viste a Pen?— Hyacinth negó con la cabeza

—Pero estoy segura que se ve igual de terrible que tú— dijo divertida la menor de los Bridgerton.

—Te juro que te mataré— le dijo Eloise mientras pujaba nuevamente, la partera se asomaba a ver si el recién nacido salía al fin, pero nada.

—Me amas y he venido a ayudarte, mamá me quedaré con Eloise un momento, puedes ir con Penélope y después cambiamos— Violet asintió y salió de la habitación. 

Hyacinth se sentó en la cama tomando la mano de su hermana mayor, y por lo bajo la admiraba pero no se lo diría, ¿que hermano hacía eso?, Eloise no hacía ni pizca de cara de dolor, y aunque ella no tenía aún hijos sabía que sería terrible pasar por el parto.

—¿Y phillip?— Preguntó Hyacinth inspeccionando la habitación

—Estaba arreglando algunos asuntos, estará aquí en cualquier momento, Gregory fue a buscarlo—  Dijo Eloise mientras respiraba profundo.

Y Justo en  ese momento Phillip apareció, y se tumbó del otro lado de la cama para tomar la mano libre de Eloise ignorando totalmente la presencia de su cuñada, pero tan pronto Hyacinth carraspeo su garganta, Phillip la saludo. 

—Lo siento Hyai, no te vi...Oh Eloise, estoy aquí— Phillip estaba a su lado al fin...

—Milady, puje de nuevo su bebé ya viene— le pidió la partera.

Eloise miró a Phillip a los ojos y él se acercó a darle un beso en la cabeza. —Tu puedes cariño—entonces Eloise agarró fuerza nuevamente y pujo. 

El llanto de la pequeña bebé sonó en toda la habitación, la primera en cargarla fue Hyacinth que prácticamente le había quitado a la bebé de los brazos a la partera y se acercaba a su hermana y Phillip.

—Es hermosa El, hermosa— dijo Hyacinth emocionada mientras le entregaba a su hermana la pequeña bebé que sollozaba en sus brazos.

—Oh, mírala Phillip es encantadora— Eloise estaba sonriendo feliz, sus mejillas estaban enrojecidas y la emoción en su pecho era indescriptible.

—¡Humanita!— Phillip le sonrió a Eloise y ella se rio. 

La bebé miraba con curiosidad todo a su alrededor, mientras hacía algunos pucheros con su boca.

—Se parece..a— Eloise interrumpió a Phillip.

—A mi madre— Eloise depositó un beso sobre la frente de su hija.