1. Incendio En El Alma.

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—Madre...— Oliver lanzó un suspiro a la ventana y volvió a servirse otro vaso de Whisky, Oliver sabía que sería una noche larga, muy larga.

Lo peor de todo, es que ahí estaría ella, tan bonita como siempre, con su sonrisa descarada y su mirada que le penetraba el alma.

Una mujer a la que simplemente no podía amar y que tampoco podía sacar de su mente.
¿Qué haría para olvidar a una mujer que era imposible de olvidar?, solo tenía dos opciones, huir del país y alcanzar a sus primos Bridgerton en el viaje o casarse... Pero ¿casarse sin amor?, no sería justo para él ni para ninguna dama, él creía que el matrimonio por amor debía ser la razón de un hogar, para llamarse hogar; él deseaba eso y como no después de la educación que le dio Eloise Bridgerton, el hogar que les dio Eloise cuando llegó transformó sus vidas.

Su madre lo conocía tan bien, que si llegara a pedirle matrimonio a una dama sin amor ella lo sabría y seguramente nunca le permitiría desposar a una dama si no la amara.

—Maldita sea— volvió a susurrar en la soledad de su habitación.

—Señor— El mayordomo entró a la habitación — Su primo Charles está aquí— dicho esto se retiró.

Seguramente Eloise lo había mandado para  asegurarse que estaría ahí, aunque era obvio que iría después de todo tenía que cuidar a su hermana menor. 

Bajo las escaleras y se dirigió a la sala, su primo Charles Bridgerton se encontraba ahí, con una copa de coñac. 

—Mi madre te envió ¿no? — Le dijo mientras le daba una palmada en la espalda.

—Tal vez— dijo Charles.

—No deberías hacerle caso a mi madre— Dijo Oliver dejándose caer en el sillon.

—Era venir yo, o que viniera ella, y ni soñaría con hacer a la tía Eloise venir por ti, no sería caballeroso de mi parte— Claro que mentía ninguno era capaz de decirle NO a Eloise, menos a ella. Era su tía favorita y una mujer demasiado... insistente. 

—Cobarde— le dijo Oliver a su primo y ambos rieron

—Estoy un tanto, nervioso— dijo Charles

—Lo estoy también... entonces vámonos de una vez, antes de que mi madre venga por los dos y nos lleve arrastrando o que alguna de nuestras tres loquitas hagan una locura— Ambos caballeros se pusieron de pie y se dirigieron a sus caballos que ya esperaban por ellos frente a la puerta.

Charles y Oliver eran muy unidos. Aunque se llevaban dos años de diferencia, cuando Charles creció Oliver había sido su compañía, iban al club de caballeros juntos, a la taberna, a los bailes, casi como hermanos...

Después de una carrera corta a caballo, ya estaban frente a la casa.

Justo cuando Colin, Penelope y Agatha iban llegando. 

—Tío Colin, tía Pen— Charles se acercó y depositó un beso en la mejilla de su adorada tía y Oliver igual.

—Mmm, ¿a su prima favorita no la van a saludar?— Agatha se cruzó de brazos totalmente ofendida por la indiferencia.

Oliver la observó por un momento, tenía los labios rosas, finos muy finos, en realidad Agatha tenía una cara llena de facciones finas y alargadas, parecía una muñeca de porcelana y constantemente era comparada con una.

Se veía hermosa, tenía un vestido azul cielo y sus mejillas rosadas, además de que sin duda alguna era la Bridgerton con el cabello más hermoso, era como si fuera tornasol, de repente era rojizo y a veces simplemente castaño cobrizo, o solo castaño.

Una Bridgerton en aprietosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora