24. Princesa Penelope

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-Tal vez podamos esparcir rosas azules- Dijo Lady Aitana.

-No, las damas llevan vestidos de color azul, ¿cómo van a poner flores azules?-Preguntó Eloise.

-Excelencia, ¿pastel de vainilla o con toque de limón?- preguntó una de las empleadas.

-Ah, pues... ¿Limón?- Su voz le salió tambaleante.

-No, señorita Crane, ¿cómo dará a los invitados pastel de limón?- Lady Aitana soltó el ramo que llevaba en la mano y se acerco -Por supuesto de vainilla- Aitana la miró con desaprobación.

-Excelencia, ¿manteles perla o color hueso? - Hablo otra de las empleadas, Pennyrose volteo a ver a su madre, ella solo hizo un gesto con su mirada.

-Ah, pues color... Perla- Dijo ella.

-No, tu vestido será perla- Dijo Lady Aitana.

-No, será color hueso- Dijo su madre -No importa, el perla es más hermoso en decoración- Pennyrose tuvo que respirar fuerte para no gritar.

-Me parece que los manteles deben ser azul pastel, se verán hermosos de esa forma- Dijo su abuela y ella la miró con agradecimiento.

-Gracias a Dios que mi abuela está aquí, ella ha planeado mas bodas que nadie, escuchenla a ella- Le dijo a las dos empleadas estas asintieron con la cabeza.

-¿Cuando se vaya a Prusia llevara a su abuela señorita Crane?- preguntó Lady Aitana.

-¿Disculpe?- Pennyrose apretó fuerte su vestido con los puños.

-¿No?, me lo supuse, debe aprender a tomar sus propias decisiones no creo... - Eloise la interrumpió.

-No creó, que mi hija necesite que le digan que hacer Lady Aitana, mi madre tiene experiencia en esto- Lady Aitana suspiro.

-Bien- Fue todo lo que dijo.

-Gracias abuela- Pennyrose tomó las manos de su abuela y dio un ligero beso en ellas.

-Deberías tomar aire-dijo Lady Bridgerton.

—Si debería. Lo haré- Pennyrose salio de ahí casi corriendo.

Camino por el largo pasillo, saliendo al jardín trasero. Justo cuando llego a los escalones se detuvo un momento, respiro profundo y cerró los ojos, la ligera brisa del aire le abrazaba el cuerpo, sentía el aroma del árbol de naranjos tocarle la punta de la nariz.

Bajo los escalones, y siguió derecho por el hermoso camino de rosas, hasta llegar a él centro, donde vio una escena que le cautivo el corazón. Dimitri estaba con Sebastián, reían, se veían felices, los observó por un rato.
Cuándo sacaron sus arcos, pudo ver la cara de seriedad de ambos, se parecían mucho, solo que Sebastián tenía su cabello dorado, rubio totalmente envidiable. Sin darse cuenta ella ya estaba sonriendo, bueno siempre sonreía consciente de que sonreía... Pero ahora era diferente.

-Sebastián... Creó que deberías subir más el arco- Dijo cuando finalmente llegó a ambos caballeros.

Los dos voltearon a verla, si algo sabía es que los niños eran espontáneos y muy sinceros. Lo vio voltear hacia bajo, rápidamente apartando la mirada, luego tímidamente miró a Dimitri que pestaño tres veces...

-¿Por qué estas vestida así Pen... Pe... Pen..nyrose?- Preguntó Sebastián

Pennyrose agachó su vista a su vestido, era azul marino, de mangas largas, las faldas estaban esponjadas con el tul, y llevaba un sombrero horrible que la hacía sentirse extraña. No era su ropa habitual, y ciertamente no le interesaba tener la aprobación de Lady Aitana, pero sabía que debía hacer su mejor esfuerzo por estar bien, así que había accedido a sus... Intentos de hacerla ver como una... Una princesa.

Una Bridgerton en aprietosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora