35. Diferencia

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-Te tengo una sorpresa... ven conmigo.

-¿A dónde vamos Dimitri?

-Ya veras... excelencia- Dimitri le ofreció su mano, ella la tomó y subió al carruaje con una sonrisa en su rostro.

-¡Sebastian!

-Hola Pennyrose.

Dimitri subió tras ella, acomodándose en el asiento a un lado de Sebastian, ambos la miraban.

-¿Qué traman ustedes dos?

Ninguno le respondió, pero ella seguía sonriendo, estaba encantada...

Llevaban 30 minutos de camino recorrido, Pennyrose jamás había visto sonreír tanto a Sebastian, ni a Dimitri platicar tanto con él, era sumamente adorable, amaba que las cosas estaban mejorando... Generalmente ella siempre hablaba, rara vez podía guardar silencio, pero hoy, era diferente, amaba escuchar a Dimitri y a Sebastian debatir, platicar anécdotas felices, amaba a ese hombre con todo su ser, podría oírlo por horas sin cansarse. 

-Ah y cuando Sebastian nació, padre dijo que le pondría Francisco, Lady Aitana lo golpeó, dijo que ninguno de sus hijos se llamaría nunca así.-Ambos rieron, Sebastian entrecerró los ojos.

-Bueno, pero me llamo Francis, ¿no es lo mismo?- Dimitri nego.

-Creo que Francis es mejor, es más bonito- Pennyrose sonrió, su vista se fue hacia la ventana... veía un lago justo enfrente. Dmitri y Sebastian se miraron cómplices.

-¡Al fin!- Dijo Sebastián aliviado -Necesito orinar- Bajo corriendo del carruaje primero que nadie.

-Sebastiannnn- le riño Dimitri pero este ya había desaparecido. Pennyrose no pudo evitar reír. -Lo siento, creo que debo enseñarle más modales.

-Bueno, si fuera él, yo habría dicho lo mismo excelencia.

-Pennyrose, no es lo que un caballero debería decir frente a una dama.

-No, pero me parece que si el caballero tiene 6 años es totalmente comprensible.- Dimitri la tomó de la mano.

-Espera aquí- Le dijo soltando su mano, ella lo vio alejarse.

Miro el lugar, era hermoso, el agua... cuántas ganas tenía de meter los pies al agua... ¿Por qué no?

Se descalzó y caminó hacia el lago, metiendo sus pies, cerró los ojos, un momento y de pronto cayó al agua. Chapoteo los brazos, escuchó la risita de un niño rubio que salió corriendo.

-¡Pequeño travieso!

Pennyrose salió del agua, tomó a Sebastian en sus brazos y lo lanzó al agua, Sebastian reía a carcajadas. Su vestido estaba empapado totalmente, así que decidió entrar con él, no completamente, jugaban en el agua. Dimitri volvió.

-Creo que la diversión empezó sin mi.- Ambos se voltearon a ver y le lanzaron agua, Dimitri dejó caer las cañas que tenía en la mano.

-¡Son cañassss de pescar!- Sebastian se apresuró a salir del agua para tomar una. -Al fin vas a cumplir tu promesa, ¿me enseñaras?- Sus ojitos verdes se iluminaron mirando con intensidad a Dimitri, él asintió con la cabeza.

Dimitri se acercó para ofrecerle su mano a Pennyrose, ella la tomó con una sonrisa y lo jalo hacia ella, Dimitri se mojo solo un poco, la abrazo por la cintura.

-Te amo Pen.

-Te amo más. - Ella soltó una risita. -¿Así que vamos a pescar? 

-Espero que puedas

-Seré la mejor. - Lo miro desafiante, ambos salieron del agua.

Habían pasado una tarde maravillosa, riendo. Pennyrose había logrado pescar dos peces, bueno en realidad tres, pero uno volvió al agua, había sido demasiado difícil; no admitió su derrota y culpó a su vestido mojado, Dimitri solo pudo reír. 

Una Bridgerton en aprietosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora