Edmund Bridgerton

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Dinamarca, desde su luna de miel.

"No puedo creer, bueno... Que me estés contando que estás enamorado. Te aseguro que no me estoy burlando, solo lo encuentro extraño, sin embargo es grato que confíes en mí.

Seguramente la tía Eloise estaría feliz de saberlo también la abuela Violet. Aunque no entiendo porqué guardar lo que sientes, ¿la dama no te corresponde? Dudo mucho que no lo haga, me refiero a corresponderte...

Sería extraño que no lo hiciera, eres un Barón y bueno... algunos hombres se sienten incómodos con su amor pero tú y yo no somos así, lo sabes.

Si la dama lo vale, lucha por ese amor.
Creo qué no hay otra cosa que pueda decirte... O tal vez si.

Si algo te puedo decir es que yo me hubiera muerto al dejar ir a Juliet, es maravilloso compartir la vida con ella, no me arrepiento ni un segundo de haber brincando a ese carruaje por ella, de lo contrario se habría ido y seguramente me hubiera odiado a mi mismo toda la vida, espero tú no tengas que saltar a ningún lado por tu amor.

Y Oliver... Es bueno amar, pero también es bueno ser amado. No guardes ese amor si lo puedes compartir y recibir también.

Creó que estoy siendo demasiado melancólico y seguramente los hombres normales no hablan de estas cosas, pero eres mi mejor amigo, mi primo y agradeciendo la confianza que has puesto en mí, creó que nunca te lo había dicho y si lo comentas con alguien lo negare y si muestras la carta te quemare vivo... pero supongo que puedo hacerlo ahora, te quiero y espero verte feliz. Tanto como yo lo estoy siendo con Juliet. "

                             - Edmund Bridgerton

Carta de Edmund Bridgerton a su primo Oliver Crane.

Oliver se llevó las manos a la cabeza después de leer la respuesta de su primo Edmund, él le había enviado una carta. No recordaba exactamente que le había dicho en ella, pues estaba ebrio cuando la escribió, de lo contrario jamás lo hubiera hecho. Hablar con un hombre sobre sus sentimientos, era la cosa más patética que había hecho nunca en su vida y sin embargo, Edmund no lo juzgó. No confío en su palabra del todo cuando leyó que no se burló porque seguramente lo hizo un poco, pero aún así no dejaba de sentirse ridículo y patético, un hombre no corría con otro buscando un consejo, menos uno de amor ¿o si?... ahora estaba sintiéndose idiota.

Después de todo, esa carta lo había dejado pensando. No reveló la identidad de la dama y eso le dio un gran alivio... Porque si lo hubiera hecho, quizá Edmund no le hubiera respondido eso. Quizá lo odiaria por desear a su prima, su prima que no era realmente su prima...

Edmund, Edmund... El heredero de Anthony Bridgerton, se había casado hace tres meses con Juliet, la hija de otro Vizconde. Su historia de amor, había estado en la boca de todos, parecía que los Bridgerton no sabían casarse sin algún tipo de escándalo.

Juraban odiarse, enserio no se llevaban nada bien... Él jamás había intentado pretenderla, sin embargo la pasión que desbordaba por sus ojos al verla... Gritaban "amor" "amor".
Y un día después de una discusión Edmund la besó, Juliet le juró que lo odiaba y huyó en un carruaje, sola. 

Edmund pensó en dejarla ir, se sentía idiota por haberla besado, pero el simplemente no podía dejarla ir, no así, no cuando había comprendido sus sentimientos...

Alcanzó el carruaje, saltando a este cuando estaba en movimiento y la beso de nuevo, con la diferencia de que ella correspondió el beso, y le dijo cuánto le amaba.
Del odio al amor, solo basto un beso.
Edmund y Juliet eran felices, y cualquiera que los viera sabrían que había sido un matrimonio totalmente por amor, era extraño como fue que terminaron juntos, después de todo Oliver no sabía la historia completa, porque no era el tipo de cosas que un hombre habla con otro.

Se volvió a sentir un idiota.

Una Bridgerton en aprietosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora