44. Peligro.

628 38 22
                                    


"Probablemente hayan pasado dos días, cuando te llegue esta nota. Pero amaneció frío, y extraño tu calor, tu risa me hace falta. Parezco un tonto enamorado porque ya le he hablado a todos de ti" 

—Tu esposo amado, Dimitri 

"Encontré unas inconsistencias en algunas cosechas de tierras cercanas, al parecer hubo un robo, lo estoy manejando lo mejor que puedo, espero ir por ti pronto, te amo."

—Tuyo, Dimitri. 

"Quiero decir que estoy sorprendido por la recuperación de Lady Danbury, nunca había escuchado nada igual. O tu primo es un gran médico y tiene manos santas, o Lady Danbury es un ser extrañamente inmortal, no encuentro alguna lógica. 

Los milagros existen, tu eres uno en mi vida" 

Te amo, Dimitri. 

"Ha sucedido algo extraño, creo que alguien mandó a quemar viviendas de trabajadores, espero que te gusten los morenos, porque probablemente así es como me verás. Me disculpo si esta carta es más corta que las anteriores, estoy muy ocupado estos últimos días, pero pronto... se paciente y espera por mi."

—Tu esposo, Dimitri. 

Estaba impaciente, ese día esperaba una carta de Dimitri, pero no llegó. No había podido dormir, era increíble la forma en la que se había acostumbrado a él, cada vez que la rigidez de su rostro se convertía en alegría, simplemente era glorioso, extrañaba su voz, cuanto extrañaba esos ojos azules desnudándola con la mirada, dándole besos indecorosos en la biblioteca, o simplemente rodando sobre ella en el jardín. 

9 días habían pasado desde que se había ido.

Lady Danbury seguía convaleciente, pero aferrada a la vida, era sorprendente que la mujer de 92 años siguiera en pie y marcha, tenía que seguir en reposo absoluto, lo cual no le hacía gracia a una mujer como ella. 

La familia había estado reservándose un poco de las fiestas sociales, pero acercándose el final de la temporada, era necesario hacer su aparición, —Suspiró—. Su único momento para actuar.

 —¿Te sientes bien? 

—Últimamente me siento más cansada de lo normal. 

—Hum, ¿segura que quieres hacerlo hoy? 

—¿Te estás arrepintiendo Agatha Bridgerton? 

—Para nada, solo te notó algo pálida. 

—Estoy bien, mejor dime —Dijo dando un sorbo a su té— ¿cómo lo está procesando Nicolás? ¿Y mis tíos? 

—Bueno, tuve que decirle a mis padres que quería unos días para pensarlo bien, un matrimonio no es un juego, además la situación de la tía Agatha... bueno, no haría nada si ella está mal, aunque Nicolás —, Vio a su prima sonrojarse— ha estado yendo a casa todas las tardes, y me ha llevado una infinidad de rosas cada día, la gente sabe que me corteja.

—Todos saben que te corteja desde hace tiempo, la pregunta verdadera es ¿por qué se ha esperado tanto? Comienzo a arrepentirme de involucrarte en esto. 

—Yo accedí, no me estás obligando, siempre te ayudaré, si lo hacemos juntas, ¿qué puede salir mal?, además... no importa lo que la gente cotilla hablé.  No te preocupes por Nicolas.

Penelope le dio otro sorbo a su té, rezando porque realmente todo saliera bien. 

Habían estado analizando el plan una y otra vez. 

✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨

—Entretenlo lo suficiente para que yo pueda ir al despacho. 

Una Bridgerton en aprietosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora