17. Por Amarte

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Ella sentía su mirada, Oliver la observaba, siempre lo hacía, ella sentía su corazón latir con prisa, la sangre en su cuerpo se aceleraba.

—Violet, Violet, ¿me escucha?—Ella volvió la mirada hacia Mr. Heine.

—Ah, yo, no, lo siento estaba distraíada por favor discúlpeme— Él llevaba un antifaz de zorro y un saco café, ridiculo pensó Violet.

Y si lo pensaba bien ella era caperucita roja, un zorro esperando cualquier momento para saltar sobre ella y el noble caballero que vendrá a salvarla si se atrevía... Así que sonrió traviesa... Nunca había sido tan atrevida como Pennyrose o tan directa como Agatha, pero sabía que era inteligente y un poco dramátical y hoy tenía ganas de jugar, de ser sensual.

Quería que Oliver se volviera loco de deseo, que la deseará tanto como ella lo deseaba a él; Así que agrando su sonrisa a Mr. Heine y que Dios la perdonara por utilizarlo para tal acción.

Sabía que se veía hermosa, el escote de su vestido era espectacular, su antifaz era negro con pequeñas ojuelas plateadas y llevaba el cabello totalmente recogido. Seguramente algunas personas la reconocerían, todos reconocían a los Bridgerton cuándo los veían. Pero esa vez, su peinado la hacía sentir diferente, poderosa.

Sus rizos estaban bien escondidos y su cara estaba totalmente despejada, la luz de las velas reflejaban su hermosa tez blanca, sus pequeñas mejillas sonrojadas y ese toque de coquetería... Con esa sonrisa juguetona, si alguno de sus tíos la vieran seguramente se darían cuenta que era como su padre cuando joven, de sonrisa libertina, un demonio seductor personificado en mujer...Más peligroso aún. Violet Bridgerton estaba rompiendo totalmente su papel de niña buena, incluso su vocesita chillona le salía con un toque encantador y seductor...

¡Qué Dios amparara a Benedict Bridgerton hoy y siempre!

—Señorita Bridgerton, usted está diferente hoy— Ella sonrió juguetonamente.

—Me siento diferente, hoy ya no soy la misma— Dijo, y él la miro asombrado ante tal declaración.

—Señorita Bridgerton— Dijo él.

—Llámeme Violet... Insisto, Hernan— Dios bendito, ella había utilizado su nombre. Nunca lo había llamado por su nombre eso era demasiado incluso para ella.

—Violet, entonces pues me gustaría preguntarte algo— Ella negó con la cabeza.

Miró a Oliver ligeramente sobre el hombro de Mr. Heine, la observaba, tenía una copa en la mano y apretaba el puño. Quería devolverle un poco de todos los mal ratos que le había hecho pasar, quería castigarlo por no buscarla al día siguiente del que la beso. Quería demostrarle que ella podía tener lo que quería también, quería estúpidamente ser tan femenina como las demás debutantes.

—Hoy no haga preguntas milord, hoy disfrute la noche conmigo por favor— Oliver la vio sonreír de una manera que nunca antes lo había hecho, ella tomó atrevidamente el brazo de Mr. Heine, pasando por su lado, ella lo miró fijamente y le coqueteo con la mirada ¿de verdad? ¿Que carajo estaba haciendo...?

—¿Esta bueno el coñac?— Oliver miro a su tío Colin confundido.

—Er... Si, prefiero el Wisky— Dijo.

—Si... yo también, se lo dije a Kate—Él sonrió, su tío Colin llevaba un traje negro y un antifaz plateado. Típico de los hombres Bridgerton no usar disfraces, ¿pero el sí?, bueno después de todo él no era Bridgerton, era un Crane.

—Sabes, deberías decirle que se case contigo —Luego bebió tranquilamente de su copa— Realmente este coñac sabe espantoso- Dijo.

—Tío, no se que de.... —Colin lo interrumpió.

Una Bridgerton en aprietosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora