53. Boda Especial

885 40 29
                                    

"Tal vez deba pedirte una disculpa por no estar ahí. Quizá mucha gente diga algo al respecto, pero no importa, los rumores desvanecen con el tiempo. Tu prometida, con suerte ahora tu esposa, me atrevó a decir que tal vez después de todo, si sea digna de ti. 

Nicolas siempre quise lo mejor para ti, quizá no siempre actúe de la manera correcta e interferi demasiado en tus decisiones y vida. Hice malas jugadas porque pensé que estaba haciendote un bien, pero nunca creí que te enamorarías tan profundamente de esa señorita. Lo siento por eso, muy sinceramente. Espero puedas perdonarme. 

Mi carta es solo para decirte que si esto es tu felicidad, entonces me alegro de saber que vas a tomarla. Te amo hijo, espero que estes bien, y vivas una feliz larga vida, con salud y amor. Educa a tus hijos y háblales de una abuela que te amó, no podré conocerlos, pero pienso que tal vez y con suerte se parezcan más a ti.

No pienso volver, perdóname por ello. Pero no me esperes más, nunca más; Hace meses dejé Kenart Hall, quizá tu padre no te lo dijo. No quiero que albergues tristeza, es muy injusto de mi parte el abandonarte cuando te he hecho daño y no hice nada para remediarlo antes. Solo puedo decirte muy sinceramente que eres lo único que yo he amado en la vida realmente, espero que lo sepas perfectamente.

Sé bien que los Bridgerton son una gran familia, y suelen adoptará quién lo necesita, son una familia sobre todo unida, por lo que no estarás solo. Siempre vas en mi corazón Nicolas y mis pensamientos. 

No creas que no quiero volver por ellos, en realidad creo que no me ha quedado más remedio que aceptar que esto es lo correcto, no pienso regresar porque quiero encontrar algo para mi, ya no me necesitas, eres un adulto y has encontrado tu propio camino, para mi suerte Lord Kenart ha sido muy amable conmigo, siempre cuido de ambos y te amo como a un hijo, estoy tranquila, con eso.

 Dile a tu esposa que siento mucho lo sucedido. Culpe a su madre injustamente y desquite mi ira en ella y en el proceso en ti, ambos perdonenme. 

Cuídate y sé feliz, hijo. 

Con amor, tu madre, Cressida." 

—¿Estás bien Nicolas? — se las arregló para mostrar una sonrisa.

Se limpió un par de lágrimas que habían resbalado, tomó aire. Y guardó la carta nuevamente en el sobre que venía.  En realidad, no estaba triste, estaba de cierta manera aliviado, pero confundido. 

—No volverá — dijo con su voz temblorosa.

—No, y quizá no es un acto egoísta. Tal vez sea un acto de amor hacia ti. —Dijo su padre pasando las manos por sus hombros. 

—No lo entiendo— dijo Nicolas tomando aire — es que... ella me desea felicidad, pero no volverá. 

—No la culpes, Nicolas— su padre presionó con fuerza sobre sus hombros —,no siempre vamos a entender las acciones de las personas. Tampoco podemos cambiarlas. 

—¿Entonces qué hago? — preguntó él. 

—Amarla, es tu madre. Respeta su decisión tanto como ella ha respetado la tuya, o es que tu... ¿te arrepientes? — preguntó el Conde.

—No– dijo sin siquiera pensarlo —nunca, Agatha es todo lo que amo.

—Bien, entonces ya está. No más caras largas, es un día feliz. 

El Conde tomó el tulipán rosa y lo colocó en la bolsa de su saco, su traje de novio, negro totalmente, su camisa blanca y sus zapatos brillando. Se veía imponente, pero no nervioso, tal vez impaciente, porque pronto su vida cambiaría para siempre. 

Una Bridgerton en aprietosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora