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Sunhee:

Recuerdo que alguna vez le pregunté a mi padre si un licántropo podía llorar bajo... vaya, su forma de bestia; él dijo que era posible solo cuando tenía un profundo dolor dentro de sí, y que esperaba que yo jamás tuviera que experimentarlo. Ojalá su deseo se hubiera vuelto realidad... Lágrimas tibias ruedan por mis mejillas al mismo tiempo en que arremeto sin piedad contra mis enemigos, protegiendo con todo lo que tengo el cadáver de mi alfa, protegiendo el cadáver de mi padre. Todo pasó en un parpadeo; una fracción de segundo para llevarse la caracola a los labios y todo se perdió, me sometieron y a él le llegaron por la espalda... Lanzo un potente gruñido al tiempo en que le arrojo la lanza a un enemigo que viene a toda velocidad hacia mí, para luego tomar la última que me queda y correr hacia otro de ellos.

—¡NO VAN A TOCARLO!— grito, clavándole mi arma en un costado y alzándolo del suelo, para luego azotarlo contra él, pero de repente otro licántropo me llega por detrás y hunde sus garras en mi espalda; lanzo un chillido, al tiempo en que me giro para asestarle un golpe, pero el tipo me sostiene del brazo y me arroja a escasa distancia de mi papá; a lo lejos se escucha una especie de cuerno... Al menos Seokjin sigue vivo...

—Mira nada más, que licántropo tan bien dotada— suelta uno de los enemigos, llegando hasta mí antes de que pueda levantarme y dándome una patada que termina colocándome boca arriba; ahora cinco licántropos están rodeándome, y este pequeño descanso forzoso solo le ha informado a mi cuerpo que estoy más que herida.

—Vaya que es linda, si no estuviéramos en plena batalla definitivamente aprovecharía para tener un rato agradable— comenta otro, provocando que a mí se me revuelva el estómago.

—Vamos, aún podemos divertirnos— agrega otro más, colocando una de sus patas sobre mi torso y haciendo un poco de presión; reprimo un quejido al sentir mis costillas protestar —; ella quiere proteger el cadáver de su querido padre, ¿Por qué no la obligamos a mirar como lo destazamos? Es lo menos que merece por apoyar al bando equivocado...—

—No estamos para jugar. — Interviene el que parece ser el mayor de ellos, apartando con brusquedad al que estaba sobre mí y tomando su lugar; esta vez, por más que lo intento no puedo evitar dejar escapar una exclamación de dolor al sentir mis costillas comenzar a crujir —Acabemos de una...— continúa, pero de un momento a otro un licántropo de pelaje color chocolate lo taclea y lo aparta de mí.

Jin:

"Maldita sea su velocidad" pienso en cuanto pierdo a Dai entre todas las peleas que están teniendo lugar. Cuando se lo quité de encima a Ariana casi logré asesinarlo, pero el tipo logró librarse de mi agarre y echó a correr a una velocidad impresionante, si tomamos en cuenta que lo herí en la pierna, aunque también entiendo que la rapidez es su talento nato. Miro a mi alrededor, solo para ver más enemigos que aliados; Deokhwa y Shin se están comportando a la altura de sus rangos, pero el hecho de ser alfa y alfa protector no los vuelve invencibles... Estamos perdiendo demasiada gente y esto no parece estar ni cerca de terminar...

—¡¿Qué haces aquí?!— me espeta Hyunjin, rompiéndole el cuello a un leopardo y devolviéndome a la realidad —¿Y Ariana noona?— inquiere, y es hasta este momento en el que soy plenamente consciente de que me he alejado demasiado de mi propio escuadrón.

—Estaba siguiendo a uno de los más cercanos al espectro, pero se me escapó. — Digo sin más, y luego de hacer sonar la caracola, que emite un sonido muy parecido al de un cuerno de guerra, echo a correr para volver al lado de mi pupila, al mismo tiempo en que busco al espectro por todas partes, pero mi atención se desvía en cuanto logro captar el resto de una conversación...

Lágrima de lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora