50

811 78 186
                                    

Ariana:

—Se fue— anuncia Jin, y yo solo atino a deslizar la espalda por la pared hasta quedar sentada en el piso, siento que el corazón se me va a salir del pecho.

—Ahora él sabe dónde vives... Jin, el espectro tiene cambia-pieles en sus filas y a ellos no les afecta el acónito, ¿Y si los envía aquí?— inquiero asustada.

—El espectro dijo que tiene otros planes, así que de momento ni él ni su manada harán nada— responde el chico, sentándose junto a mí y provocando que yo suelte un bufido.

—¿Y tú le crees?—

—Por supuesto que no Ariana, pero la realidad es que no creo que trate de atacarte aquí, sería demasiado fácil para él, y no sé si lo has notado pero le gustan los retos, es como si todo fuera un juego...—

—Mi enfrentamiento con el espectro es inevitable Jin— lo interrumpo con seriedad —; a decir verdad, lo deseo hasta cierto punto, pero al igual que tú, yo tampoco creo que trate de atacarme estando en tu casa, sabe que no eres tan débil como quizás pensó hace cinco años, así que no creo que quiera arriesgarse a perderme de nuevo, pero no es por mí por quien estoy preocupada. — Concluyo, y luego de unos segundos mi mentor suelta una ligera risa.

—Vamos, no tienes que preocuparte por mí, yo puedo cuidarme solito, no por nada duré tanto tiempo fuera del radar de ese loco. Un hombre lobo es un estratega por excelencia, lo sabes; no necesito pelear para librarme de los secuaces de ese demente. — Dice con serenidad, y al ver que yo sigo sin estar muy convencida agrega: —Pensaré en algo ¿Bien? Y si llego a considerar que necesito ayuda, prometo que te lo haré saber—

—De acuerdo— contesto, tras lanzar un suspiro —; pero tienes que informarle a Hoseok lo que ha sucedido—

—Por supuesto. — Comenta asintiendo, al tiempo que se pone de pie y me tiende la mano para ayudarme a hacer lo mismo —Me apetece un café ¿Quieres uno?—

—Por favor— respondo, después de lo que acaba de pasar, definitivamente el agua ha pasado a segundo plano —, oye Jin, lo que le dijiste al espectro sobre no tener lazos afectivos con nadie... ¿Era en serio?— pregunto con seriedad, comprendo que un hombre lobo solitario evita a toda costa el crear lazos afectivos con las personas por razones que solo ellos saben, pero a mi parecer sería triste que solo yo le haya tomado cariño después de estar aquí casi un mes. El chico frente a mí me observa durante algunos segundos, para luego sonreír levemente.

—Hoseok y Daniel se volvieron amigos muy importantes para mí Ariana, de hecho, si no le hubiera tenido ni un ápice de afecto a tu hermano jamás habría aceptado cuidarte durante tanto tiempo y mucho menos habría aceptado tenerte bajo mi tutela en mi propia en casa. En cuanto a ti, espero que no te moleste pero a estas alturas he llegado a considerarte como mi hermana menor, ¿Eso responde tu pregunta?— explica, causando que yo agache la mirada durante algunos segundos.

—No me molesta, de hecho yo también he llegado a considerarte como mi hermano mayor... No como Dany, pero un hermano a final de cuentas— digo, sonriendo también.

—Gracias, ahora vayamos a preparar ese café. —

***

Día siguiente, me giro en la cama para ver en el reloj si ya es hora de levantarse, pero en cuanto me vuelvo me encuentro con que Jin está justo al lado; apenas he abierto la boca para preguntar qué sucede cuando se me echa encima, y luego de lo que podrían ser unos diez minutos de estar forcejeando, siento un golpe en la cabeza y todo se vuelve negro. Al despertar, lo primero que sale de mi boca es un quejido de dolor por el golpe de la cabeza, quiero sujetarla con una mano, pero no puedo; abro los ojos de golpe al darme cuenta de que estoy atada a una silla, en la sala de entrenamiento de Jin.

Lágrima de lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora