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Ariana:

—Da... da vuelta a l-a izq-izquierda...— le digo a Namjoon cuando estamos por llegar a una intersección.

—El hospital más cercano está...—

—Aho-ra tú... confía en... mí ¿Sí?— lo interrumpo, mientras aumento la presión en mi brazo para tratar de contener la hemorragia —Sé que está más lejos... pe-pero necesito que me... lleves al hospital donde Jaehwa i-ba a aten-derse... ahí no... no harán preguntas...— explico, reprimiendo el grito de dolor y desesperación que pugna por salir de mi garganta; en mi lucha por no perder el conocimiento, logré recordar que Daniel y Hoseok nos dijeron a Kook y a mí que en ese lugar atienden a los cazadores.

—Eso se ve demasiado mal Ariana, no puedo perder más tiempo. — Responde Namjoon mirándome el brazo fugazmente, para luego volver la vista al frente y aumentar todavía más la velocidad.

—Pero...—

—No está a discusión. — Me corta con firmeza, por lo que yo solo me limito a guardar silencio y a seguir tratando de contener la hemorragia.

***

Apenas si soy consciente de lo que está pasando a mi alrededor; desde que llegamos al hospital, todo se convirtió en una especie de nebulosa de la que apenas recuerdo nada, solo sé que en cuanto llegué un doctor apreció de la nada, y que ahora me encuentro en un cuarto de curaciones...

—Bueno ya está. — Anuncia él una vez que, luego de un rato de haber contenido la hemorragia, me quita el torniquete y comprueba que ya no hay sangrado —Ahora que la hemorragia ha cedido, tendré que limpiar la herida para evaluar su profundidad. — Explica, y yo solo me limito a asentir.

—¿Va a dolerle?— pregunta Namjoon desde un rincón de la sala; desde que llegamos al hospital, se negó en todo momento a dejarme sola. El doctor voltea a verlo y asiente.

—Eso me temo—

—Bien. — Comenta Nam acercándose hasta mí y tomándome la mano del brazo que está bien —Cuando no resistas el dolor, aprieta mi mano ¿Sí?— explica ante mi mirada confundida y, por extraño que parezca, ese simple gesto logra sacarme una ligera sonrisa.

—Se suponía que el ángel era yo— comento, recordando que Namjoon me llamó así cuando le sugerí que usara la lavanda cuando lo atacaron a él; el chico frente a mí solo se limita a sonreír ligeramente para luego guiñarme un ojo.

—¿Lista?— pregunta el doctor pacientemente.

—Sí. — Respondo mientras tomo una gran bocanada de aire, y sin poder evitar que se me escape un quejido al sentir el contacto de la instrumentación de limpieza en mi herida.

***

El médico acaba de terminar de limpiar mi herida, y yo solo sé que todo me está dando vueltas, el dolor fue demasiado...

—Lamento atosigarla tanto señorita, pero tendré que suturarle el brazo, la herida es bastante profunda ¿Cómo se la hizo?— pregunta el doctor, devolviéndome a la realidad y yo apenas si me percato de que he comenzado a apretar otra vez la mano de Namjoon, a causa de no tener una respuesta creíble, hasta que él suelta un leve quejido.

—Perdona Nam— digo apenada mientras suelto su mano, y trato de pensar rápidamente en una buena excusa.

—No pasa nada, ¿Estás bien?— responde mirándome, y yo solo asiento para luego mirar de reojo al doctor.

—Me atoré en un alambre de púas. — Murmuro "¿En serio, en serio, un alambre?" me reprendo a mí misma.

—¿Cómo?— pregunta el doctor, observándome atentamente.

Lágrima de lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora