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Ariana:

Al fin es sábado, y tengo que admitir que me encuentro la mar de nerviosa; si hace algunas semanas la yo del futuro hubiera venido y me hubiera dicho que Min Yoongi me invitaría a salir, habría comenzado a reírme como una demente.

—Y mírate ahora— comento, al tiempo que me miro en el espejo y recojo mi cabello; de verdad no entiendo qué fue lo que instó a Suga a hacer tal cosa... Al escuchar el timbre, mis pensamientos se ven brutalmente interrumpidos y como si de una alarma se tratase, mi corazón comienza a acelerar su ritmo, pero frunzo el ceño al observar el reloj; son las tres y media —Suga dijo que vendría a las cinco. — Comento desconcertada, al tiempo que salgo de mi habitación y me dirijo hacia la puerta —¡Haneul!— exclamo sorprendida al verla en el umbral —¿Todo está...—

—Todo está bien, pero por favor dime que no pensabas ir así con Suga— dice mientras me mira de arriba a abajo.

—Emm— titubeo, y mi amiga solo niega con la cabeza.

—¡Ah! Lo sabía, eres todo un caso. —

—¡Oye! La comodidad es primero— me defiendo, pero la pelinegra me lanza una mirada reprobatoria.

—Vas a salir con el chico que te gusta, ¿Por qué diablos crees que es buena idea irte de tenis?—

—Porque...—

—No hay argumento válido, ahora iremos a tu habitación y vas a vestirte adecuadamente para la ocasión. — Replica, al tiempo que comienza a empujarme hacia adentro.

—Pero...—

—Sin peros. Te he visto arreglada y te ves realmente bien; tienes dos opciones Ariana, o lo haces tú a tú manera, o lo haré yo a la mía; es momento de que ese tonto vea de lo que se pierde. —

Suga:

"¿Por qué demonios el señor Lee tenía que darle esta planta?" pienso enfadado, al tiempo que contengo la respiración y toco el timbre; de verdad siento que uno de estos días voy a vomitar por culpa de este estúpido olor, y si a eso le sumamos mis nervios...

—Hola— saluda Ariana al abrir la puerta, y yo no puedo evitar que mis pensamientos se vean bruscamente interrumpidos; nunca la había visto tan diferente, trae una sencilla blusa negra con unos jeans y zapatos a juego, sin mencionar que se ha maquillado un poco, algo bastante natural debo decir, y además trae el cabello suelto...

"Simplemente se ve más hermosa de lo que ya es..."

—¿Suga? ¿Estás bien?— pregunta, devolviéndome a la realidad.

—Sí, esque te ves muy bonita...— respondo, pero me golpeo mentalmente ante lo que acabo de decir "Pero que imbécil..."

—Gracias— comenta, al tiempo que comienza a sonrojarse, y yo tengo que hacer uso de toda mi fuerza de voluntad para no sonreír.

—Sí, amm ¿Nos vamos?— pregunto en cuanto el olor del acónito vuelve a hacer acto de presencia.

—Claro, ¿A dónde iremos?— responde, al tiempo que comienza a bajar las escaleras de la entrada.

—No muy lejos, bueno, supongo que haremos como veinte minutos yendo a velocidad normal... ¿Qué?— digo desconcertado al verla detenerse.

—¿Pretendes que yo me suba a tu moto?— pregunta perpleja —Quieres matarme ¿Verdad?—

—No— respondo, poniendo los ojos en blanco —, pero será más rápido si vamos...—

—Estás loco, no voy a subirme a esa cosa. — Dice, cruzándose de brazos.

Lágrima de lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora