Ariana:
—¿E-examen final?— pregunto perpleja, y en cuanto el chico asiente, simplemente me quito de encima suyo y me dejo caer al suelo, a su lado... Estoy tan agotada —Tiene sentido, fue demasiado complicado...— comienzo, pero me interrumpo en cuanto Jin se pone de pie y comienza a observarme —¿Qué?—
—Estás hecha un desastre, lamento haberte maltratado tanto...—
—Oh vamos, no pasa nada— lo corto, restándole importancia con un ademán de la mano —; era una pelea real después de todo. Además, yo te clavé mi daga en la mano... ¡Te clavé la daga en la mano!— exclamo, abriendo los ojos al tope e incorporándome —Tenemos que ir a curarte la herida— digo, tratado de ponerme de pie, pero en cuanto apoyo la mano izquierda en el suelo una fuerte punzada de dolor en la muñeca hace que suelte un quejido; es hasta este momento en el que dedico un momento para observarme; tengo una pierna herida, sin mencionar que el pantalón de mi pijama está roto en el área de las rodillas, que se encuentran raspadas... No quiero ni verme la planta de los pies.
—Vamos, tú eres la que necesita una curación— me suelta Jin, agachándose cerca de mí y dándome la espalda —; sube. —
—No. Yo puedo ponerme de pie sola— protesto, pero él suelta una pequeña risa.
—Ariana, corriste descalza por el bosque; tus pies están heridos y la adrenalina del momento se ha esfumado, no vas a poder dar ni un paso en este momento— dice, y luego de soltar un suspiro trepo a su espalda —. No te preocupes por mi mano— comenta, al notar que estoy a punto de hablar —, soy un hombre lobo ¿Lo olvidas? Ya está sanando, aunque tengo que admitir que me enorgullece que al final hayas decidido atacarme con todo lo que tenías, por un momento creí que no serías capaz de acuchillarme— concluye mientras ingresa a la casa y comienza a subir las escaleras.
—Creo que tú mismo notaste que no quería hacerlo— le suelto con obviedad, pero al notar hacia dónde me está llevando frunzo el ceño y cambio el tema —¿Vamos a tu habitación?— pregunto desconcertada.
—Necesitas cambiarte para poder curarte la pierna y la puerta de tu cuarto está rota— explica Jin con simpleza mientras me deja en su cama y se encamina a la salida —¿Qué pijama quieres?—
—Bueno, solo tengo la pierna herida, tráeme la del short negro por favor, está en el segundo caj...— comienzo, pero al ver el estado real de mi pantalón me interrumpo y suelto un suspiro —Alguien me debe una pijama— comento, sin poder evitar hacer un puchero que provoca que Jin ría ligeramente.
—Lo siento, te la repondré luego— dice saliendo de la habitación; cuando regresa, me entrega la ropa que le pedí y sale nuevamente para que pueda cambiarme e ir por el botiquín y un par de extractos de plantas curativas.
—Nunca lo he dudado, pero tienes habilidades de sanador— comento, una vez que ha terminado de atender mis heridas.
—Tuve que aprender si quería curarme a mí mismo. La muñeca— dice, y yo solo me limito a extender la mano —; no es nada grave, para mañana ya podrás hacer fuerza de nuevo— agrega mientras comienza a vendarla —; y para darte una explicación más completa, Jaehwan y el señor Lee me enseñaron. —
—Pues eres muy bueno, gracias... ¿Cómo va tu mano?—
—Casi está como nueva— dice sonriendo —. Por cierto, me sorprendió que no usaras el arma que Jungkook hizo para que ambos tuvieran una igual—
—Bueno, no tuve oportunidad de ponérmela en realidad, y no puedo dormir con ella porque donde en algún movimiento accione el mecanismo que hace aparecer la daga corro el resigo de sacarme un ojo—
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Lágrima de luna
Fanfiction"-¡No voy a entrar en tu maldito juego!- Grito tratando de no perder el control -Ah claro que sí- Responde con esa maldita sonrisa -Porque si no, uno a uno, voy a quitarte todo lo que amas-".