Lágrima de luna

23

Suga:

Al final, la mitad de las clases de hoy fueron canceladas para que los alumnos asistieran a una pequeña ceremonia en memoria de Hyunseong... Lo que se traduce en que mejor me hubiera quedado durmiendo en casa.

—Bueno, no es que lo vaya a extrañar, pero me parece hasta cierto punto triste que él solo quería ser como... bueno, ustedes saben, aunque no termino de entenderlo. — Comenta Jimin mientras caminamos hacia la salida de la universidad.

—Quería la aceptación de la gente con la que estaba enredado, supongo. — Respondo, encogiéndome de hombros —Cambiando de tema, sé que hoy se volverán oficialmente novatos; pero mañana tenemos examen, así que no se olviden de estudiar. —

—No te preocupes hyung, de hecho Jimin vendrá a mi casa para estudiar, y de ahí nos iremos a casa de Hobi hyung— dice Tae sonriendo —¿Por qué no vienes tú también? Tienes tan mala pinta que casi puedo jurar que lo primero que harás en cuanto llegues a casa será dormir. —

—Es una oferta tentadora Tae, pero no conseguiría retener nada de información y terminaría siendo un desastre... ¡Ja! Me siento tan cansado que ni siquiera vine en mi moto hoy, no me siento en condiciones de conducir. — Respondo, pero tanto Tae como Jimin se detienen y me observan perplejos —¿Qué?— pregunto desconcertado.

—¿Viniste caminando hyung?— pregunta Jimin a su vez, mirándome como si estuviera demente.

—Bueno... Sí, ¿Qué tiene?— respondo frunciendo el ceño.

—Tú no caminas hyung— me recuerda Tae, y yo pongo los ojos en blanco.

—Ya les dije que no me sentía bien para conducir hoy; ademá...— comienzo, pero me interrumpo cuando, al salir de la universidad, nos encontramos con Daniel.

—Hola chicos— saluda alegremente.

—Hola hyung, ¿Qué te trae por aquí?— pregunta Jimin extrañado —Ariana aún no vuelve a clases—

—Lo sé, de hecho vengo de con ella, esque quería hablar con Suga un momento. — Explica, y los menores asienten.

—Entonces creo que debemos irnos; nos vemos hyung, y trata de estudiar antes de caer en coma. — Dice Tae mirándome.

—Lo haré, suerte en su... evento. — Respondo, y una vez que nos despedimos, Daniel y yo nos dirigimos en dirección contraria a la suya.

—Realmente me tomaste por sorpresa, ¿Qué es lo que quieres?— pregunto extrañado, y Daniel se limita a sonreír ligeramente.

—¿Quieres hablar de eso en plena calle?— responde mientras señala su auto; y tras llegar a la conclusión de que no tengo alternativa, suelto un suspiro y subo al vehículo.

***

—¿Qué es lo que quieres?— pregunto nuevamente en cuanto Daniel se sitúa en el lugar del conductor, pero yo no puedo evitar abrir los ojos como platos cuando veo que enciende el auto —¿Qué diablos pretendes?—

—No te alarmes Suga, solo voy a llevarte a tu casa; el tema del que quiero hablar no es tan extenso, así que el trayecto a tu casa basta; además le dije a Ariana que no tardaría. — Explica, mientras comienza a conducir.

—¿Dónde cree ella que estás?—

—En un restaurante, pidiendo comida. — Responde sin mirarme.

—¿Cuánto tiempo más crees que podrás ocultarle cosas?— le suelto sin poder contenerme, pero él suelta una pequeña risa sarcástica.

—No mucho más, ¿Cuánto tiempo más crees que tú que podrás ocultarle cosas? Tus amigos entrenarán para volverse cazadores, llegará un punto en el que tú estarás tan involucrado que ella se dará cuenta. —