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Ariana:

—¿Quién demonios se pone a regalar perros y no les pone correa?— escucho a Suga murmurar una vez que llegamos a su casa.

—Él— respondo haciendo que se sobresalte un poco.

—Pues es muy irresponsable de su parte. Entra. — Dice mientras se hace a un lado para que yo entre primero; una vez dentro, comienzo a caminar hacia la sala pero me detengo en seco al observar la pared.

—¿Eso es...—

—Fue un accidente. — Me corta Suga antes de que pueda terminar —Pasa a la sala, iré por mis cosas. —

—Espera un momento Suga ¿Qué clase de accidente deja sangre en las paredes?— pregunto sin moverme de lugar.

—Accidentes, hay accidentes que son la mar de absurdos y aun así pasan, como cortarse con una hoja. — Responde Suga con un bufido.

—No te asaltaron en la calle. — Digo por respuesta; Suga, que ya había abierto la boca la vuelve a cerrar.

—Me atrapaste. — Responde al fin.

—No puedo creerlo— murmuro indignada, ¿Se metieron a su casa, lo golpearon y para colmo lo dejaron tirado en plena calle? —Tienes que denunciar...— comienzo pero Suga vuelve a interrumpirme.

—Eso no va a pasar. — Dice con firmeza.

—Pero...—

—Yah, a veces realmente eres un fastidio. Dije que no y listo ¿Qué me dices de ti?— responde con molestia.

—¿De mí?— pregunto desconcertada —Nunca se han metido a agredirme en mi propia casa—

—Pero te agredieron saliendo de tu trabajo. Nunca fuiste a denunciarlo ¿O sí?— pregunta Suga mirándome fijamente.

—No te cansas de sacar a colación a Hyunseong cada que puedes ¿Verdad?— le digo sin apartar mi mirada de la suya, Suga inhala una gran bocanada de aire y mueve el cuello, como si estuviera tratando de calmarse.

—Solo digo que es lo mismo. — Responde.

—No lo es. — Digo con firmeza y ganándome una mirada asesina de su parte —Si yo hubiera denunciado, entonces te habrías metido en problemas por haberlo dejado en ese estado...—

—Si tu hubieras sabido defenderte, entonces, número uno: Podrías haberlo reportado; y número dos: No habría salido gritoneado el otro día. — Me suelta, dando un paso hacia mí, yo me limito a apretar los puños y seguir sosteniéndole la mirada, esta demente si cree que voy a retroceder. —

Escucha Suga— comienzo, luego de que llevamos unos segundos en silencio, retándonos el uno al otro con la mirada —, sé que me detestas ¿Bien? Me ha quedado más que claro el mensaje y lo acepto, pero desafortunadamente tenemos que hacer este trabajo juntos y estoy harta de estar peleando todo el tiempo, ¿Podrías pretender que me soportas, al menos hasta que terminemos esto?— pregunto sin apartar la mirada.

—Entra a la sala, voy por mis cosas— dice él luego de un momento, dándose la vuelta y caminando pasillo adentro; haciendo todo mi orgullo a un lado, tomo una gran bocanada de aire.

—Lamento haberte gritado así el otro día. — Le suelto, para mi sorpresa Suga se detiene y me lanza una mirada por encima del hombro.

—Yo... No te sientas tan culpable, yo me lo gané a pulso. — Y tras decir esto reanuda la marcha... Esperen, ¿Acaso escuché bien? ¿Suga acaba de admitir que tiene parte de culpa? —Debo estar soñando— pienso completamente desconcertada, definitivamente no entiendo a Min Yoongi.

Lágrima de lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora