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Suga:

—¡¿Qué hay que hacer qué?!— pregunta Jimin, mirándome como si estuviera demente; anoche que llegué a casa no pude hablarle del asunto del acónito porque tuvimos visita, pero aprovechando que nos levantamos temprano...

—Lo que escuchaste, tenemos que derramar un poco de acónito en el pi... no, en el piso no porque luego limpiarlo será una tortura, en un trapo o algo y quedarnos aquí a olfatearlo para adquirir resistencia a su olor— explico con paciencia, pero en cuestión de segundos el pelinegro chasquea los dedos, provocando que yo lo mire con el ceño fruncido.

—Mira hyung, yo realmente te agradezco que quieras enseñarme, pero no lo necesito— comienza con aire resuelto y yo solo atino a arquear una ceja.

—¿A no?—

—Nop, mira, cuando entrenaba con Dany hyung en el invernadero de Ariana era una tortura porque ella tiene acónito sembrado, así que como no podía entrenar bien me dio un frasquito con una mezcla de varias plantas que mitigan mucho el olor y...— comienza, pero yo no puedo evitarlo y me echo a reír —¿Qué? Es realmente efectivo— se defiende, pero yo niego con la cabeza; este chico es todo un caso definitivamente.

—Y qué, ¿Cuándo pelees bajo la forma de un licántropo planeas dejarte la mascarilla o algo así?— pregunto divertido. Jimin abre la boca para responder, pero la cierra después de un momento.

—¿Sabes que hablé con Tae anoche?— comenta finalmente, en un intento fallido de desviar mi atención.

—No me cambies el tema Park...—

—No, espera es que es importante— dice con rapidez, pero yo lo interrumpo de vuelta.

—Mira genio— comienzo, completamente incrédulo ante el hecho de que haya sacado semejante incoherencia —, por si no recuerdas yo ya estaba aquí cuando todos los demás llegaron; a Tae lo va a entrenar Jackson, un cambia-pieles que le ha dado permiso para que nos enseñe únicamente a nosotros lo que aprenda y así podamos combatir de forma más o menos decente a los de su especie, una excelente idea por parte de Hoseok por cierto; definitivamente cuando le toque asumir el rol de líder de la organización lo hará más que bien. Ahora entra en la habitación de las transformaciones y practiquemos esto—

—Pero no quiero hyung, esa cosa huele horrible, ¿Por qué es necesario aprenderlo?— pregunta desesperado, y yo solo atino a soltar un suspiro al tiempo que pongo los ojos en blanco.

—Para que cuando Ariana vuelva a su casa y tu vayas a...—

—Vayamos— corrige él con seriedad.

—Sí, vayamos a visitarla, no tengamos que aguantar la respiración y para que si el espectro tiene algún recluta humano que quiera usar el olor del acónito en nuestra contra se lleve una gran sorpresa... es como dijo Seokjin, solo tendremos que preocuparnos de que no nos envenenen con él y no por su asqueroso olor, ahora entra de una vez— respondo con firmeza.

—Pero...—

—Adentro. — Lo corto, mostrándole mis ojos lobunos y luego de soltar un pequeño gruñido, mi amigo hace lo que le digo, pero apenas ha llegado al centro de la habitación se detiene y se gira para mirarme de la misma forma en la lo estoy haciendo yo: Completamente perplejo.

—¿Acabas de gruñirme?— le suelto con estupefacción.

—Eso parece— contesta, igual de desconcertado —; pero no fue planeado—

—Lo sé...— murmuro —Pero no te atrevas a volver a replicarme niño— agrego, provocando que el pelinegro suelte una risita nerviosa y se siente en el piso.

Lágrima de lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora