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Suga:

Al final, a la mañana siguiente acordamos con el señor Han que le avisaríamos a los padres de Hoseok cuando fuéramos a partir, para que enviaran un par de autos a recogernos y así poder llegar de forma más segura a la base. Aunque para ser honesto, hubo una parte del trayecto por el bosque en la que me sentí observado; miré en todas direcciones pero no vi absolutamente a nadie, espero que haya sido sugestión por lo que dijo anoche el vidente...

-Ahí están las camionetas- informa Jin, devolviéndome a la realidad, y en cuanto estamos más cerca de los autos toda la comitiva se detiene y volvemos a nuestra forma humana -Líderes- comienza, haciendo una reverencia -, les presento al alfa del clan Han-

-Es un gusto. Espero que nuestros clanes puedan trabajar juntos como en antaño para derrotar al enemigo. - Dice el señor Han, avanzando un par de pasos y extendiendo la mano hacia el señor Jung, luego de hacerle una reverencia de noventa grados.

-Es un alivio que los pactos forjados por la amistad no se hayan olvidado. Gracias por aceptar ayudarnos- responde el padre de Hoseok, estrechando su mano, seguido de la señora Jung; tengo que decir, que ambos se ven muy cansados y que además tienen heridas en el rostro... Incluso me atrevería a decir que la mamá de Hoseok está lastimada de una pierna porque la vi cojear, ¿Qué demonios pasó en nuestra ausencia?

-Nunca ignoraríamos un llamado de ayuda de alguno de los cinco. Ella es mi hija menor, Han Sunhee- contesta el alfa, y la chica se sitúa a su lado de forma tímida, para luego hacer una reverencia también -; y parte de mis guerreros. - Concluye, señalando a las veinte personas que hay detrás de él.

-Es un gusto conocerlos a todos- dice el señor Jung, con un ligero toque de esperanza en la voz -. Vayamos a la base, ahí podremos hablar mejor; trajimos dos autos con nosotros, más el de Seokjin, son tres-

-Bien, divídanse en tres grupos- indica el señor Han.

-Papá... ¿Podría ir con Seokjin y Yoongi?- pregunta Sunhee, y yo me limito a reprimir una sonrisa al ver a Jin fruncir el ceño.

-Pues... si a ellos no les importa-

-En absoluto- respondo con serenidad.

-Bien, entonces a las camionetas- contesta, y todos nos dirigimos hacia nuestros respectivos autos.

***

-¿Entonces, la base es una casa común y corriente?- pregunta Sunhee, cuando ya casi hemos llegado a nuestro destino.

-Sí. - Respondo.

-¿No les parecería mejor tenerla en un lugar más discreto?- inquiere Hye, la chica que habló anoche durante la ceremonia.

-La aparente normalidad le proporciona discreción- murmuro, notando que estamos a punto de llegar.

-¿Pero a los vecinos no les parece extraño ver tantas camionetas llegar de repente? ¿O ver a tantas personas ir y venir?- insiste el otro chico que tomó la palabra anoche, Taewoong.

-Número uno- interviene Jin con seriedad -: Sería más sospechoso ver un montón de camionetas entrar y salir del bosque. Número dos: A menos que sea una emergencia, nunca estacionamos este tipo de autos frente a la casa, sino que ingresamos a una cochera subterránea por un lado libre de miradas inoportunas. -

-Oh, así tiene más... Wow- comienza el chico, pero se interrumpe en cuanto ingresamos a una especie de desnivel que conduce hacia la cochera que mencionó Jin.

-De verdad que lo tienen todo bien planeado- comenta Sunhee mientras baja del auto.

-La organización no habría podido mantenerse en secreto si no- dice mi amigo con simpleza, al tiempo que todos nos acercamos al resto de aliados.

Lágrima de lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora