Lágrima de luna

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Ariana:

"El zarpazo significa que me han encontrado..." eso fue lo que dijo Daniel cuando finalmente me explicó lo que significaba la marca en su puerta, aunque era obvio que las cosas eran más complicadas que eso; un zarpazo en tu puerta no solo implica que un hombre lobo que te ha estado buscando te ha encontrado, no. Implica que te ha estado vigilando durante un buen tiempo y que ha considerado propicio hacértelo saber; implica una amenaza en las sombras, una promesa de ataque que llegará cuando menos lo esperes, y en donde menos lo esperes; es el intento de que comiences a decaer a nivel mental ante el hecho de tener que mirar sobre tu hombro cada cinco minutos, ante la perspectiva de tener miedo incluso de dormir, de sospechar de cualquier situación que se salga de la rutina, porque cualquier cosa fuera de serie podría ser solo el preámbulo del inminente ataque... Entramos con precaución a pesar de que sabíamos que no habría nadie; registramos toda la casa a sabiendas de que estaría vacía... tal vez, porque muy en nuestro interior, deseábamos que alguien estuviera dentro, porque un ataque directo es mil veces mejor que la incertidumbre... Y aun con todo, después de asegurarnos de que solo estábamos nosotros, los tres decidimos entrenar porque ¿Qué otra cosa además de avisarle a Hobi podíamos hacer? Al terminar mi tiempo de entrenar con Kook, mi primo pasó por él y revisó los alrededores, no había rastro del enemigo.

—Quiere aprovechar al máximo lo que pasó hoy— suelta Nam, que ha venido por Tae.

—Lo que habíamos dicho, no piensa dejar que te recuperes a nivel mental— agrega éste último, mirándome con gravedad, pero antes de que yo pueda responder Jin, que vino en su auto detrás de Nam, toma la palabra.

—Honestamente dudo que puedan decir algo sobre la marca, su propósito o significado que Ariana no sepa ya— dice con seriedad y manteniendo los brazos cruzados —; tampoco hay algo que le quite peso a la situación, está acorralada y no hay forma de minimizarlo. Ahora, no quisiera ser grosero, pero necesito hablar con ella a solas— concluye, y yo me las ingenio para no dejar escapar un suspiro al percatarme de que su voz no denota emoción alguna.

—Entonces nos veremos mañana, infórmanos cualquier cosa ¿Bien?— responde Tae, dedicándome una ligera sonrisa de ánimo, y luego de articular un silencioso "suerte", le da una palmada a Nam en el hombro —Vamos hyung— añade, pero el chico simplemente observa a Jin, casi como si quisiera decirle algo, pero al final solo suelta un suspiro y asiente.

—Cuídense— dice finalmente, para luego caminar hacia su auto.

—Si fuera más paranoico, creería que Namjoon no quería dejarte sola conmigo— murmura el castaño cuando el auto se pierde vista —, entremos. —

—Supongo que tu seriedad no le dio buena espina. — Comento, dándome la media vuelta y caminando hacia la sala —Y ya sé lo que dirás; que parece que eché mi entrenamiento por la borda y que no me comporte a la altura de mi rango— digo, dejándome caer en uno de los sillones.

—¿Ah sí?— inquiere Jin, recargándose en el marco de la entrada a la habitación y observándome con las cejas arqueadas, provocando que yo suelte un resoplido.

—Me comporté como alguien débil. — Le espeto, mirándolo directamente —Pasé mi examen final, te vencí; se supone que estaba lista para enfrentarme al espectro, lo deseaba con el alma y sin embargo... Me quebró Jin; me quebró como si fuera una ramita seca en medio del suelo y yo no pude hacer nada más que quedarme quieta y escuchar toda esa basura que dijo sobre mis padres y Daniel. — Suelto, notando que mis ojos se están poniendo vidriosos a causa de la frustración y enfado que siento conmigo misma —Porque fui tan estúpida como para no esperar que tratara de torturarme hablándome de mi familia, esperé que me amenazara con Suga, con alguno de los chicos o contigo, pero jamás que me hablara de mis padres... y en cuanto pronunció la primera frase simplemente me congelé, no supe qué hacer ni cómo reaccionar, y tú no me entrenaste para tener miedo...—