Lágrima de luna

35

Ariana:

—¿Cómo es que las cosas se descontrolaron tanto?— me pregunto en voz alta —Es como si la guerra hubiera empezado desde hace tiempo y no nos hubiéramos dado cuenta. —

—Como una bomba de tiempo que te hubiera explotado en la cara... Todas las guerras inician así Ariana, con un ataque que nadie espera. — Responde Daniel con un suspiro, y cerrando los ojos ante la suave brisa nocturna.

—No puedo creer que hayan tratado de matar a Namjoon— comento, negando con la cabeza.

—Fue toda una suerte que los demás estuvieran ahí para ayudarlo...— comienza mi hermano, pero se interrumpe en cuanto un hombre de mediana edad se nos acerca.

—¿Se encuentran bien?— pregunta mientras nos muestra una identificación, y tanto mi hermano como yo nos ponemos de pie.

—Sí, pero la puerta de la casa no; la hicieron explotar para poder entrar— explica Daniel, al tiempo que señala detrás de él.

—Puedo darme cuenta, pero al menos quedaron los goznes; eso hará más rápida la nueva instalación— responde su interlocutor, y acto seguido aparecen otros dos hombres cargando una puerta —; quedará a más tardar en una hora—

—Se lo agradezco— respondo, haciendo una ligera reverencia, y al volver la vista al frente diviso el auto de Hoseok estacionándose.

—¿Están bien?— pregunta él en cuanto baja del vehículo, seguido por Kook, Tae y Nam.

—Sí, ¿Ustedes lo están?— pregunto de vuelta, pero mi compañero llega hasta mí y comienza a examinarme.

—Noona, tu cara...— comienza, señalando un ligero corte que tengo en el pómulo.

—Cortesía de un cambia-pieles, pero no es grave... tú también tienes un corte en la mejilla... y Tae tu brazo...—

—Estamos bien Ariana, no te preocupes, gracias al cubo de este chico pudimos patearles el trasero a esos hombres lobo— se adelante Tae sonriendo ampliamente, y luego de corresponderle el gesto, me vuelvo hacia mi primo y Namjoon.

—También nosotros estamos bien... creo que el destino me quiere con vida un tiempo más— dice Nam, con una sonrisa cansada.

—Yo también tuve suerte, los cambia-pieles no sabían que tenía compañía— comento.

—Y hablando de cambia-pieles, ¿Dónde está Jinyoung?— pregunta Hoseok, buscándolo con la mirada.

—Se fue con el cambia-pieles desertor, el consejo lo juzgará bajo sus propias leyes. — Explica Daniel, encogiéndose de hombros.

—Creo que deberíamos entrar, aquí afuera podría haber demasiados oídos— intervengo, y luego de que los demás asienten, ingresamos en casa.

—¿Cómo son las leyes de los cambia-pieles?— pregunta Tae mirando a Hoseok, pero él solo se limita a encogerse de hombros.

—Sé que no son nada condescendientes, pero la verdad no sé qué tan fuerte pueda llegar a ser un castigo. —

—¿Y qué hay de los hombres lobo que ustedes capturaron?— inquiere mi hermano.

—Se niegan a hablar, así que los hemos encerrado; espero que un poco de aislamiento los haga recapacitar— Responde Hoseok tras un suspiro.

—¿Cómo garantizan que no se escaparán?— pregunto con seriedad.

—Mis padres diseñaron las celdas noona, están hechas de un material tan duro que ni el licántropo más fuerte del mundo podría hacerle alguna abolladura— explica Kook, y yo solo me limito a asentir, para después mirar a Hoseok y a mi hermano con seriedad; esto se está volviendo cada vez más personal.