ᴛʀᴇɪɴᴛᴀ ʏ ᴜɴᴏ

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FLASHBACK TRES

ABRIL DE 1997.
TIERRAS ALTAS DE ESCOCIA, HOGWARTS.

Diana se desliza por la pared del salón hasta caer al suelo, apoya la espalda contra la pared de piedra y se abraza las rodillas.

No era del tipo de personas que esperaba a los demás. Diana era una chica con una buena paciencia, pero en los últimos meses, esperar a alguien no era una opción. Se le ordenaba ejecutar a alguien antes de tener una explicación del porqué debía hacerlo. Ella nunca esperó a sus presas, las encontraba y hacía su trabajo. Lo veía caminar y se deslizaba como una sombra por detrás de ellos para cortarles el cuello. O desgarrarles la espalda con una daga.

Pero ahora Diana debía esperar a su más grande captura. Y esperar aún más para poder matarlo. A si que finalmente podía poner a prueba su paciencia y cuan grande era.

Diana jugó una pluma en su mano. Deslizándola por sus dedos y viendo su equilibrio y pulso si la ponía en la punta de su meñique.

Lo espero por casi veinte minutos hasta que él finalmente apareció ante ella. Su presencia onduló antes de que él pudiera cruzar la puerta y eso la ayudó a ponerse de pie para esperarlo.

Apenas entró en la habitación, la tomó por el brazo y la acorraló contra la pared para luego lanzar un centenar de diagnósticos a su cabeza y pecho.

Revisó sus niveles de magia y algo en su vista sangró.

Diana no sabía que pensar. Sus ojos estaban repletos de asombro antes de que los de él pudieran encontrarse con los suyos.

Hubo una tensión peligrosa mientras se miraban. Y cuando él pareció derrumbarse delante de ella, hubo un golpe en su cabeza y Malfoy entró en su mente con un solo empujón.

Se aferró a sus brazos. Diana no quería caer mientras buscaba la fuerza para levantar su oclumancia.

Por la presión y el asombro de su inminente legilimancia, se derrumbó al igual que sus paredes y Malfoy pudo hojear sus recuerdos con toda la facilidad del mundo. Vio a Harry y Ron, Molly y Ginny, hospitales y más hospitales.

Comenzó a deslizarse como una serpiente por los recuerdos con Minerva y Diana inmediatamente sintió como su corazón daba un vuelco. No podía verlos. Malfoy no podía descubrir que ella había sido una simple muggle por tanto tiempo.

Lo entretuvo en un recuerdo de la princesa de Gales en la portada de un periódico y luego dejo que atrapara un recuerdo de su madre.

"Meredith Fennell estaba llorando.

—¡No te vayas! ¡No lo hagas! El mundo allí es- horrible. —dijo la mujer llorando. —¡No serás feliz!

Diana se movió enfurecida hacia ella, Minerva estaba de pie en una esquina de la habitación con la varita apretada en su mano y con un hechizo paralizador en la punta de la lengua.

—No. —dijo y se zafó del agarre de su madre. —Eres despreciable.

—¡Tu muerte será peor si te vas! ¡Recuerda que te he vendido a la oscuridad, Diana!

Y entonces Diana se gira sobre sus talones una vez más, y se acerca a su madre.

Meredith la miró con los ojos muy abiertos. —Tu futuro será terrible si cruzas esa puerta. La oscuridad va a pisarte los talones cada vez que camines.

Éternel; Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora