ᴄɪɴᴄᴜᴇɴᴛᴀ ʏ ꜱɪᴇᴛᴇ

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2 DE MAYO DE 1998

Se pusieron de pie.

Diana apoyó su cabeza en su hombro mientras la llevaba por la casa. Sentía el pecho fracturado. Pero se obligó a concentrarse.

Draco se acercó y sacó dos anillos negros. Como alianzas. Ella pensó que probablemente eran de ónix.

—Están protegidos. Tienen un hechizo. No pude aplicar los encantamientos rastreadores pero si te ayudarán. No te lo quites.— Draco deslizó un anillo por su dedo y besó su mano.
—Sanaran cualquier trauma crítico que tengas tú o yo. Si lo tocas sabré que me estás llamando.

La llevo lentamente a la cama.

Parecía como si no hubiera pasado el tiempo. De la nada estaba en su cama un una túnica nueva y limpia y un anillo en su dedo.

—Lo siento tanto, estaba lejos. Venia a verte cuando Middy estaba enloquecida y me dijo que desapareciste.

—Fenring tiene un hermano. Él- Él fue quien me maldijo. Tu padre fue quien hizo una alteración mágica en mi.

Él asintió y pareció sonreír levemente con maldad.

Los había agregado a su lista.

—Ya elimine a Fenring. Lo he guardado en un lugar para rastrear su linaje sanguíneo y matar a toda su maldita familia.

Agitó su varita y sus manos se restauraron por completo. El hierro ya no quemaba sus dedos y ahora parecían firmes y limpios.

No dolían.

Apretó los labios durante un minuto, se recompuso antes de un minuto.

Casi podía sentir la rabia hirviente ondeando a su alrededor proveniente de Draco.

Draco estaba furioso. Sus manos seguían abriéndose y cerrándose como si estuviera reprimido sus ganas de asesinar a fenring hermano y golpear fuertemente a su padre.

De repente, pareció devastado.

—Te secuestraron en mi propia casa por mi culpa. Estoy arruinado, Fennell. No dejes que te arruine a ti.

—Draco...— su voz se quebró. —Draco, no voy a quitar tu marca para que puedas morir entre los escombros de Voldemort. ¿Recuerdas? Vivir juntos, lejos. Yo puedo hacerlo. Te voy a salvar.

Ella se puso de pie y caminaron hasta quedar frente a un espejo. El miro su mano y puso la de ella sobre la de él.

—Puedo salvarte si me dejas. Déjame quitar tu marca y huir. Huye conmigo de la forma en que siempre dijimos que lo haríamos.—Ella se mentalizo en que no era momento de llorar y de tener un ataque de pánico. —Has hecho más de lo que nadie debería hacer con diecisiete años. Déjame salvarte. Estamos en la noche final. Por favor, no hagas que todo mi esfuerzo se valla a la basura. Corre el riesgo conmigo y sé eterno conmigo.

Podía sentirlo vacilar. Luego asintió lentamente.

—Necesito ver a la Dama de la Mansión. He descubierto que probablemente no funcione bien si la dama de la finca no lo autoriza.

Draco asintió.

Narcissa estaba acariciando el rostro de Lucius en los calabozos mientras él estaba encadenado de manos para evitar tocar su marca tenebrosa.

Él estaba llorando. Diana pudo ver que su cuerpo temblaba.

—Madre, necesito que me acompañes.

Ellos llegaron a una sala enorme y decorada. Atravesaron una puerta y parecieron estar en la habitación de Draco.

Éternel; Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora