DICIEMBRE DE 1997
MANSIÓN MALFOY.Diana durmió todo un mes en la biblioteca. Después de cada sesión, ella estudió. Con los ojos estallando en sangre y las manos temblorosas. No podía hacer ningún tipo de anotación porque la letra era irregular y temblorosa. Ilegible. Diana estaba destrozada pero no se rindió.
Se desmayo innumerables veces. Middy estaba dispuesta a llorar de pánico al rogarle que fuera a descansar.
Desarrolló una facilidad para tener ataques de pánico increíblemente fuerte. Sus dedos se retorcían y ella lloraba incontrolablemente repitiendo que debía salvarlo porque él sería la primera cosa a la que no arruinaría. Ella iba a salvarlo y no matarlo.
Sus estudios y análisis fueron exhaustivos.
Diana sabía por sus estudios que Voldemort había sido un maravilloso y brillanté alumno en Hogwarts. Creó la marca tenebrosa con un tiempo y esfuerzo tremendamente considerables para luego convertirlos en una daga ardiente enterrada en las almas de sus seguidores.
Directo y hábil. Letal y simple.
Diana se tapó su cabeza palpitante con la almohada y se acurrucó en una bola defensiva tratando de descansar y dejar de pensar.
Se movió por su habitación a la mañana siguiente. El mundo se cubría de blanco mientras peinaba su cabello recién lavado.
La fueron a buscar para la sesión y en el laboratorio encontraron que estaba estresada y su sistema no podía recibir correctamente las dosis. Sus venas estaban débiles y flacas y no había nada más que hacer además de esperar a que su cuerpo se regularice. Shand enfureció.
—¿Como es posible?—dijo con fuerza. —¡Es inútil! ¡No había pasado un incidente así en meses! ¡Chica estúpida!
Las delgadas venas de Diana palpitaban mientras ella estaba en el suelo. Abatida y en silencio.
—¿Que es lo que puede estar estresando a un simple producto de guerra? —escupió. —Chica estupida. Cosa estupida. Escoria. Una simple escoria. ¡Crucio!
Sus nervios gritaron y sus músculos se tensaron. Apretó los dientes y se retorció en el suelo. Sentía su cabeza ligera y le dolía el pecho. Estaba perdiendo la capacidad para poder ver cuando se detuvieron.
La arrastraron hasta la habitación una vez más. Shand la tomó y sus tacones resonaron por los pasillos mientras la arrastraba por el suelo y la hacía pararse para abofetearla. La encadenaron a una de las patas delanteras de la cama y la dejaron en el suelo. Castigándola.
Como si el daño en su cuerpo lo hubiera autorizado ella misma.
Crueles.
Trato de respirar de manera uniforme luego de que Shand con su tacón rojo le rompiera la nariz, pero descubrió que su garganta se había cerrado y lo único que podía hacer era mantener la calma hasta desmayarse.
Ella sonrió amargamente mientras sus labios se empapaban de sangre.
Diana se rio abruptamente.
No sabía cuánto tiempo había pasado desde la ultima vez en que rió.
No pudo dejar de reír. Siguió y siguió soltando carcajadas. Arrugando su nariz rota y cerrando sus ojos mientras con su mano no-encadenada se agarraba el pecho. Hasta que ella no estaba riendo, estaba llorando desgarradoramente.
Él no podía morir por ella.
Ella lo iba a salvar de una guerra. No importaba lo que él hiciera después con su vida, Diana necesitaba salvar a alguien por primera vez. Para calmar su mente y su corazón preocupado por la persona que amaba.
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Éternel; Draco Malfoy
Fanfictionᴇᴛᴇʀɴᴇʟ|| El mundo está en un hundimiento lento, Voldemort toma como rehén a la Verdugo de la Orden del Fenix por su extraña maldición parasitaria para explotarla y convertirla en el arma de guerra más maravillosa que el mundo mágico haya tenido y...