Éternel; Draco Malfoy

ᴄᴜᴀʀᴇɴᴛᴀ ʏ ɴᴜᴇᴠᴇ

Cuando despertó. Draco estaba sentado en la silla del escritorio, leyendo el libro que él mismo le había regalado. Ella lo observo por varios minutos. Estudiando su rostro y sus ojos.

Evaluaba todo de él. Intentado buscar una respuesta del por qué no lo recordó antes si había un resguardo de los recuerdos... Ella desvió la vista hacia el cristal húmedo de la ventana.

Luego, él levantó la vista y se dio cuenta de que ella estaba despierta.

Diana quitó su vista de la ventana y su expresión se abrió por unos segundos cuando sus ojos se encontraron.

Ella pudo sentir el hormigueo en su espalda y luego desapareció fríamente.

Dejó el libro en el escritorio y se levantó de la silla.

Había algo que quería decirle, pero ella estaba demasiado cansada y fracturada para adivinarlo. Le dolía levemente la cabeza y la punta de los dedos.

Miró hacia otro lado de la habitación y fijó su mirada en el libro.

—¿Es el libro que leí junto a ti esa noche en que dormiste junto a mi?

Draco se quedó inmóvil y miró hacia abajo.

—Correcto.— respondió, la voz de draco fue sospechosamente casual y fría al mismo tiempo.

Él estaba enojado con ella. Pero no quería demostrarlo.

Diana se dio cuenta de eso de inmediato. Finalmente había logrado descifrar cuando Malfoy estaba intentado ocultar algún sentimiento.

Diana masajeo la punta de uno de sus dedos suavemente. —Hay algo más en el recuerdo, sólo que no puedo alcanzarlo. Solo recuerdo que estábamos juntos en mi cama y tú...tú elevaste sobre mi cabeza varios libros.

—Los había comprado para aprender curación extraordinaria. Para ti.
Luego compre todo el hospital y métodos de curación. Cuando fuiste capturada, fue lo primero que hice.
—dijo Draco. Mirando el libro sobre el escritorio. —Medidas extraordinarias debido a la desesperación y culpa por todo esto.

—No deberías sentir culpa—le dijo—Era yo o que sirvieran a tu madre en navidad.

Él desvió la mirada hacia el marco de la ventana. —Deberías salir a tomar aire fresco. Tu mente se aliviará.—pareció arrepentirse y dudar por unos segundos. —¿Puedes moverte?

¿Que haría si ella decía que no?

¿Dejarlo pasar? ¿Tomarla entre sus brazos?

Ella parpadeó y hundió todo el dolor hasta lo más profundo de su corazón.

—Puedo caminar.— se incorporó y miró su túnica gris mientras se deslizaba fuera de la cama.

Cuando levantó la vista, descubrió que él estaba junto a ella mirando fijamente hacia otro lado mientras extendía una capa negra. Ella la tomó y sintió un calor agradable cernirse en su cuerpo gradualmente.

Trato de caminar rápido. Había varias puertas en el pasillo. Se sintió como si sus piernas estuvieran a punto de ceder cuando atravesó la tercera puerta. Ella se deslizó levemente hacia el suelo.

Draco la agarró del brazo rápidamente y ella se congeló.

La mano de Draco se retiró de ella y se sintió como si la estuviera quemando al apartarla. Su corazón se rompía. De repente se sintió fría y la realidad cruel la atravesó.

Fue como morir ahogada.

Grieta.

Draco la acorraló contra la pared sutilmente. No fue posesivo. O al menos así quería él que pareciese.