Capítulo 40

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Narra Blade

—Vamos, Blade. Yo sé que tú puedes hacerlo.

—No, no puedo.

—Claro que sí, yo creo en que puedes.

—¿Acaso me has visto intentarlo sola?

—No, pero por eso estoy aquí. Yo te ayudaré

—¡Que no puedo!

—Oh, vamos. Sólo inténtalo, yo estaré detrás de ti.

—Claro, y como tienes mucha fuerza me salvarás de caer.

—Ya sabía ese detalle, no hacía falta mencionarlo, me harás sonrojar.

—Es iro..., agh, olvídalo.

—Hagamos algo, lo intentas y si caes, no vuelvo a hacer que te subas a una bici; pero si lo intentas y sale bien, comeremos un helado juntos para celebrar.

—¿Dónde iremos por el helado?

—A mi casa, mamá compró en la tienda. Además será más cómodo y está cerca.

—Me parece un trato justo. Solo espero no caer y lastimarme.

—Ya verás que no.

Yo tomé mi bici, que por cierto es morada, mi color favorito, y me subí a ella sintiendo los nervios aumentar en mi panza. Dios qué martirio. 

Posiciono el pedal bien para girarlo y avanzar pero doy una última mirada llena de miedo y arrepentimiento a mi mejor amigo que me da ánimo. Lo mataré si esto sale mal.

Y tomando una bocanada de aire enorme giro el pedal y hago que la bici avance. Y me siento feliz porque al parecer lo logré.

Los gritos de felicidad se oyen a mis espaldas y eso hace que mi adrenalina suba más. Pero debo frenar ya y no sé cuál de los dos es el freno de atrás.
Sin tener más tiempo de pensar presionó el primero que se me ocurre y la bici me lanza hacia lo que me asusta y grito:

—¡JACK! 

Abro los ojos de golpe y los ojos de Nina, los de Lucas y los de Aarón, mi médico de cabecera me ven asustados.

—¿Te encuentras bien?—habla ella.

—¿Cómo va a estar bien? Que no ves que se ha desmayado.

Nina le hace mala cara a lo que Lucas se calla y el médico prosigue.

—¿Todo bien?

Sin que las palabras salgan de mi boca asiento algo desorientada y veo a mi alrededor. Ellos se ven entre sí suponiendo que no recuerdo lo que pasó anteriormente y lo suponen bien.

—¿Sabe por qué está aquí, señorita Blade?

Señorita Black.

—Mmm, no. Solo sé que me he desmayado.

El doctor mira a Nina para que me cuente así que ellos dos se van dejándome con ella a solas. Esto no me da buena espina.

—¿Qué es lo último que recuerdas que pasó?

—Mmm..., bueno—cierro los ojos intentando recordar—, estoy leyendo en el gimnasio y hemos tenido clases por lo que podemos hacer lo que queramos. Luego tomé una nota de Black de mi mochila, y me fui al vestuario de los chicos con la vigilancia de Marco.

—Muy bien, recuerdas la mayoría de las cosas.

Suspira y continúa a lo que cierro los ojos para visualizar la escena.

No Te Enamores De Jack. ©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora