Capitulo 7

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Narra Jack

Me levanté gracias al sonido de mi alarma, odio levantarme temprano pero tenía que hacerlo. A regaña dientes me dispongo a hacer mi rutina diaria antes de irme al instituto. Luego de un rato ya listo, ordeno mis libros dentro de mi mochila porque ayer habían quedado en un molote sobre mi escritorio. La nota de la maniática la guardé en la bolsa pequeña para que no se arrugara ni nada, quería dar buena impr... ¿pero qué rayos? Solo es para que vea mejor mis palabras de venganza..., ¿me creen, verdad? Cómo que no, ni intenten buscarle la quinta pata al gato porque no la tiene.

Aclarando mi mente la sacudo y me dispongo a salir, pero antes me veo por última vez al espejo. Llevo unos jeans y una camiseta azul claro y unos tenis blancos. Cuando veo que todo va bien salgo cerrando la puerta detrás de mí para encontrarme con Delany frente a mí con una sonrisa en su rostro.

-Hola, princesa.

-Hola, hermanote. ¿Estás mejor hoy?

-Sí, gracias.

-Te traje este chocolate porque sé que te gusta mucho, quizá y te ayude a sentirte feliz otra vez.

-Gracias, princesa. Tú sí sabes lo que me hace feliz. Te quiero mucho. - luego de esto la abracé y fuimos juntos a desayunar.

Mamá estaba de espaldas preparándolo así que solo la saludé con unos buenos días y a papá igual.
Siempre me llevé bien con mis papás, los admiraba mucho porque han sabido criarnos con amor y en un ambiente sano a Delany y a mí. No me quejo, tengo un maravilloso regalo.

Cuando terminamos de desayunar nos despedimos y cada quien se dirigió a su destino. Papá se fue a trabajar, mamá lleva a Delany a la escuela ya que le queda de camino a su trabajo y yo voy en mi moto.

El camino era parte de mi rutina así que ni lo sentí mucho y para cuando llegue al instituto solo esperaba a que terminaran las clases para poder enfrentar a aquella chica, realmente no me dejaba en paz.

No, no estoy nervioso, solo ansio..., no eso tampoco, ¿saben qué? Vamos a olvidar esta plática.

Entré a clase de filosofía, por suerte el maestro no había llegado así que me puse mis audífonos para escuchar algo de música y dejarme llevar por la letra.
Cerré mis ojos y recosté mi cabeza sobre mis brazos cruzados que estaban sobre la mesa.

Yeah, there's a room somewhere

up above the trees

And once you get there,

you don't ever wanna leave no-no-no, no

Feelin' good,

feelin' free

When I can finally get away

La música logra relajarme, y es que ocupo aclararme... ultimamente mi futuro es algo que me preocupa mucho, no sé qué hacer. No es que no tenga opciones, es que mi mente no está clara y eso me frustra todo.
Papá y mamá dijeron que apoyarían mi decisión independientemente de la que tomara, pero eso no me restaba la preocupación del todo.

~*~

El día fue realmente largo, quería que acabara pronto porque la ansiedad de poder dejar mi nota en el salón de ciencias me carcomía la cabeza. Pero al fin lo voy a hacer.

Los pasillos están sin un alma, pareciera que la tierra se los tragó a todos. Siempre sucede eso no más tocan la campana de salida. Me encaminé con seguridad en mis pasos hacia el salón de clases que estaba en el piso de arriba. Debía de subir esclareras y buscar la habitación 214, cuando llegué enrosqué mi mano en la perilla pero antes de entrar una pregunta cruzó mi mente.

¿Quién vendrá a traer la nota? Ella dijo que vendría alguien, ¿pero y si es ella misma y lo hace solo por no levantar sospechas?

Esa pregunta rondaba mi cabeza, era lo único en lo que pensaba en este preciso momento. No sabía si quedarme y ver quién vendría o irme los más pronto posible, pero pensándolo bien creo que deber...

-Oiga, joven. ¿Qué hace aquí? La campana de salida sonó hace ratos - dijo el conserje en tono cauteloso.

-Nada, solo que había olvidado mi libro, y quería sacarlo - dije abriendo la puerta para entrar.

Por suerte él permaneció fuera y esperó. Yo dejé la nota sobre una silla y salí con el corazón desbordado porque casi me delato. No quiero que nadie se entere de esto, cavaría dos tumbas. Salgo rápido sin siquiera mirar al conserje.

-¿Y encontró el libro que buscaba? - dijo él y puedo asegurar que me dio una mirada burlona.

-Eh..., sí. Gracias.

Debía de irme así que solo le di una mirada de agradecimiento y me fui directo a casa. Al llegar a casa saludé a mamá y a Delany que estaban viendo televisión. Subí a mi habitación y me di una ducha antes de hacer los deberes. Tenía pocos así que terminé antes de que llegara papá.

Bajé y encontré a mamá sacando verduras de la nevera para hacer la cena, dijo que haría verduras, un poco de pollo sofrito y arroz, de solo pensarlo se me hizo agua la saliva. Para no perder tiempo la ayudé con unas cosillas y a ordenar la mesa poniéndo los platos y los tenedores. La verdad es que me gustaba cocinar a veces con mamá, pocos sabían eso, quizás y solo Travis, mi mejor amigo.

Hice un viaje por mis pensamientos y me paré en seco a medio camino de la cocina. Mamá lo notó y me llamó un par de veces al reaccionar me dijo que papá ya había llegado así que acompañara a Delany para lavarnos las manos y comer juntos.

Platicamos de todo un poco. La verdad me encantaba la sensación de poder hablar con mi familia, me hace sentir querido y especial. Tengo unos buenos padres y una gran hermana, no sé qué haría si se enteraran de cómo soy a veces en el instituto. Es verdad que soy un alumno con altas notas, y siempre me las he exigido si quiero ir a una buena universidad pero he de admitir que mi nombre está manchado por mis actitudes. Espero poder cambiar esto antes de que sea tarde, será difícil pero a ver...

Al terminar dije un buenas noches y subí a mi habitación, papá dijo que él ayudaría a mamá a recoger todo.

Me pongo mi pijama y me tiro sobre la cama, mis manos las flexiono sobre la almohada para crear un soporte para mi cabeza. Y suspiro, no sé si con ustedes es igual pero no más pongo la cabeza en la almohada y mi mente empieza a bombardearme con pensamientos. Que mi futuro, que la maniática, que esto y lo otro, tanto que me frustraba.  

Al final, sentí mis ojos pesar y el último pensamiento fue en que si me hubiera quedado más tiempo en el laboratorio hubiera visto quién fue a recoger la nota y hubiese encontrado más rápido a esa chica. Si el conserje no me hubiera hallado estoy seguro que que sería otra historia.

Bueno, esto no me importa solo sé que esa maniática me las pagará.


No Te Enamores De Jack. ©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora